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Vicente Carrillo Cabecera
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"Mi carta de presentación es la entrega y las ganas"

Pocos minutos después del mediodía, y con una puntualidad propia de un profesional del mundo del toro, se presentaba en el lugar acordado un joven sonriente, son un sueño muy firme, el de ser torero. Hablamos de Ignacio Olmos, un joven de apenas 18 años, que afronta la que va a ser su segunda temporada como novillero sin picadores. De aspecto afable y tras una apariencia de chico tímido, esconde una personalidad muy hecha y serena. Sabiendo muy bien cuáles son sus metas y la necesidad de tener los pies en el suelo para alcanzarlas. El joven novillero toledano hace balance de la temporada 2014 y nos cuenta detalles de su futuro, en una amena entrevista en la que derrocha sensatez. Empezamos remontándonos a los orígenes…
Mario Gómez Gutiérrez

-Origen de la afición, ¿cómo dice Ignacio Olmos quiero ser torero?

- Pues desde que tengo uso de razón, desde los 3 años, aunque al principio no era mucho más que un juego.  En casa no tenemos antecedentes de vinculación directa al mundo del toro, aunque siempre estuve muy vinculado a mi tío que estuvo nueve años como mayoral en la ganadería El Ventorrillo.

- Para todos es muy importante la familia, ¿qué opina la familia Olmos Torres? Cuéntenos cuáles fueron esos primeros apoyos...

- En casa te toman como loco. Yo nací en Urda, aunque con 6 años me vine a vivir a Mora por motivos laborales de mi padre, desde ese momento, Eugenio de Mora me abrió su casa y me ofreció todos los conocimientos básicos. Me matriculé en la E.T. de Madrid, aunque tras un periodo decidí desvincularme, y no tenía pretensión de buscar otra; sin embargo tiempo después me apunté a la de Moralzalzar y ahora tengo el objetivo de participar en la próxima edición de Camino hacia las Ventas, y pretendo hacer un gran papel.

- El del toro es un mundo duro, ¿se centra en el toro exclusivamente o sigue formándose académicamente?

- Como bien dices es un mundo duro, por ello creo que debo dedicarme al 100% a ello, por lo que ahora mismo me dedico en exclusiva a ello.

- Es importante tener un referente. ¿Quién es su espejo? ¿En qué torero se fija?

- Eugenio de Mora me gusta mucho porque encaja mucho en mi concepto de poder y entrega, aunque me encanta el maestro Cesar Rincón, y sin duda de esta época El Juli y Perera.

- Si pudiese hacer su torero ideal, ¿cómo sería? ¿de qué toreros cogería cosas?

Pues es difícil (risas), pero con el capote aparte de Morante, me gusta la gran facilidad de Daniel Luque; si tuviera que coger los palos, por pureza y espectáculo Antonio Ferrera; y con la muleta, me quedaría con el poder y la técnica de El Juli, la profundidad de Perera y el gusto y la técnica de Eugenio de Mora.

- Para quien no sepa cómo es Ignacio Olmos en la plaza, ¿qué puede decirnos?

- Ahora mismo como novillero sin picadores, cada tarde hay que arrear; por eso la carta de presentación solo puede ser la entrega y las ganas.

- ¿Y fuera de ella?

- La gente dice que soy un chaval bastante callado, pero cuando me suelto y cojo confianza soy muy alegre y bromista, me gusta reírme, aunque siempre de puertas a fuera soy serio.

- Fue muy importante su labor en Soy Novillero, ¿cómo llega al certamen?

Envié la solicitud, fui al primer tentadero en la plaza de toros de Illescas y lo pasé; el segundo fue en casa de D. Fernando Peña, y me clasifiqué; quedé entre los 18 mejores novilleros. Como todos saben, durante los meses de abril y marzo se desarrolló el concurso; a mi me tocó el 30 de marzo y precisamente con toros de Fernando Peña, las cosas salieron muy bien y pude pasar a la final.

- ¿Qué recuerda de la final de Toledo?

- Fue el conjunto del día, desde por la mañana sabía que todo el panorama taurino de Castilla-La Mancha estaba pendiente. Disfruté mucho desde la llegada al hotel, el sorteo, al que me gusta ir, hacer el paseíllo en una plaza como la de Toledo, que estaba llena para ver una novillada sin caballos, pues fue un día muy especial. De la novillada recuerdo que en mi primer novillo disfruté mucho, ha sido sin duda la mejor faena de la temporada; esa tarde estuve muy cerca de lo que sueño, la pena fue la espada, reconozco que me precipité y eso hizo que no fuese tan rotundo. El segundo novillo fue diferente, el objetivo era que no se viniese abajo, sabía que tenía 15 o 20 arrancadas y tenía que aprovecharlas.

- ¿Qué le supone triunfar en ese certamen? ¿Qué puertas se le abren?

- La verdad es que salvó la temporada, pues empecé en Illescas sin nada, solamente con esos dos novillos y a pesar de no ser un triunfo rotundo, me sirvió mucho para tener un futuro en la temporada.

- Estamos en diciembre, es momento de cerrar el año y hacer resumen, ¿qué balance hace el propio torero de su temporada 2014?

- Aunque debuté en 2013, ésta ha sido mi primera temporada completa. El balance es muy positivo en esta veintena de novilladas, pues me ha servido para madurar delante la cara de los toros, coger oficio y saber manejarme. También ha servido para madurar mucho psicológicamente; ya que hay muchas tardes en las que he podido disfrutar, y en otras no tanto, ya sea por los novillos, la suerte o incluso el estado anímico. Se dan así las cosas y aunque no ruedan bien, lo importante es saber salir adelante.

- Ahora que ya no hay festejos, y que la gente podría pensar que los toreros se toman vacaciones, cuéntenos, ¿cómo es la preparación en el invierno?

- Básicamente, cuando ves que una preparación es buena, no hay por qué cambiar; eso sí cada temporada hay que subir el nivel de exigencia. Mi preparación la baso en mucho ejercicio físico, el toreo de salón, jugando al frontón, y yendo al gimnasio, que me permite coger fuerza para manejar con soltura los trastos, y por supuesto el  campo; aunque por desgracia no es mucho.

- Miramos también al futuro, ¿cómo plantea 2015, cuáles son los objetivos y cómo se presenta el panorama?

- De momento, no hay nada cerrado a corto plazo. Aunque los objetivos son claros: optar a volver a entrar en Soy Novillero y poder ganarlo; y el certamen Camino hacia Las Ventas.

- De todos es sabida la importancia de contar con apoyos  y más en el mundo del toro, ¿con qué apoyos cuenta Ignacio Olmos? ¿Quiénes le acompañan?

- Aunque Eugenio me acompaña, él tiene su carrera en activo y tiene que defenderla y centrarse en ella. A raíz de la novillada de Illescas, Alberto Navarro se ofreció y me propuso ser mi mentor. Tanto Eugenio como yo lo vemos bien y tiramos para adelante.

- Aunque es muy joven la vida de un torero es muy acelerada, el próximo paso sería el debut con picadores, ¿cómo lo ves? ¿lejos, cerca…?

- Ese es el objetivo, aunque hay que ser realista, en un momento dado te pueden hacer el favor y ponerte en un debut con picadores, aunque si eso queda ahí no sirve de nada, ya que quedas muerto en combate. Pienso que es mejor encarrilar bien la carrera sin caballos y dejarlo afianzado. A raíz de eso, buscar que te den la posibilidad de rodarte con picadores.

- Hemos hablado de la plaza de toros de Madrid y fue ahí donde su paisano Eugenio de Mora tuvo un triunfo rotundo, ¿podemos hablar de un resurgir de Eugenio de Mora?

- No creo que sea un resurgir. Eugenio ha demostrado un nivel muy alto en los últimos años, creo que de hablar de tú a tú a muchas de las figuras, solamente que este año en Madrid ha dejado patente cuál es su estado.

Tras una charla amena aunque muy intensa, en la que se ha respirado tauromaquia, nos despedimos, no sin antes desearnos mucha suerte en nuestras respectivas carreras y emplazándonos para la próxima vez, ojalá muy pronto, y que sea para hablar de un triunfo gordo de Ignacio Olmos, torero que deja muy buen sabor de boca con los trastos, y no menos tras una charla como esta. ¡Suerte, torero!

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