Una novillada de seis novilleros alzó el telón de la Feria de Julio de Valencia. En ella se anunciaban una parte de los más aventajados del escalafón inferior ante un encierro de El Ventorrillo, desigual en todos los sentidos y que sustituyó al inicialmente anunciado de El Torreón. El mejor bagaje lo consiguieron el toledano Álvaro Lorenzo y el local Cristian Climent, con una oreja cada uno en el esportón. Aunque para el segundo se pidió con fuerza la segunda, que el presidente se negó a conceder negándole la puerta grande para cabreo de sus paisanos. Varea y Posada de Maravillas saludaron una ovación desde el tercio, Fernando Beltrán fue silenciado, mientras que Jorge Expósito tuvo división en su juicio después de una actuación no muy acertada.