Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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Perera, un oasis en el desierto
Perera, un oasis en el desierto
Perera, un oasis en el desierto
Perera, un oasis en el desierto
Cuenca. Crónica de la 4ª de San Julián

Perera, un oasis en el desierto

Leo Cortijo

La tarde Miguel Ángel Perera, sobre todo su faena al toro que cerró festejo, supuso un oasis en el desierto que fue la 4ª de la Feria de San Julián. El extremeño, ante un lote casi imposible, consiguió cortar una oreja a cada uno y abrir la puerta grande de la plaza conquense. Meritoria su labor con el 6º, una faena más que notable por el mejor pitón del burel, el izquierdo. Cuatro naturales como cuatro soles. De vacío se marchó Castella, que sorteó el peor lote del flojo encierro de Fuente Ymbro; y con un trofeo hizo lo propio El Fandi, que, -como acostumbra por estos lares-, enfandiló al respetable que la pidió con ganas. Mal encierro del ganadero Ricardo Gallardo, muy justo de fuerza, reservón y sin transmisión alguna.

Lo mejor de la tarde, que fue como un auténtico pozo de esperanza, fue la faena de Perera al 6º, al fin y a la postre, el toro que más ayudó, sin llegar a ser nada del otro mundo. Con dos largas cambiadas de rodillas y un farol también de rodillas recibió el extremeño a Marqués. Cambiados por la espalda en el centro del anillo sin enmendarse para empezar una faena esperanzadora, con un público dispuesto a quitarse el mal sabor de boca de toda la tarde. Tres potables series por el pitón derecho a media altura, para llevar entre algodones al justo toro de Fuente Ymbro. No quería Perera salir de la faena, -porque la cosa empezaba a tomar color-, ni en el desarme que sufrió, pues raudo y veloz cogió la muleta del hocico del toro. Su honda labor se cimentó por el lado izquierdo, templando la noble embestida del burel, que nunca terminó de entregarse en la pañosa del extremeño. Ahí dejó para enmarcar cuatro naturales. Arrimón made in Perera para poner el broche a lo mejor de la tarde, y oreja al canto. De ley.

Buscó la salida el burraco que hacía 3º, -primero del lote de Miguel Ángel-, a la fuga siempre del capote del torero de Puebla de Prior, por lo que a duras penas pudo lucirse en el quite por tafalleras. Cantó la mansedumbre en banderillas, buscando las tablas tras cada par. Algo tuvo que ver Perera en él, -no sé muy bien qué-, pues brindó al público. Y allí que se fue, a la puerta de toriles, a intentar sacar algo positivo del mansurrón, pero poco se puede sacar de un pozo que no tiene agua. Debió abreviar Perera, pues se empeñó en sacar muletazos que el toro no tragaba. Ese ahínco por buscar donde no había le granjeó el respeto del público, y por consiguiente, la primera oreja de la tarde.

Muy variado El Fandi en el saludo capotero, recibiendo al que abría el festejo con una larga cambiada de rodillas, para después dejarlo en el caballo galleando. Bien en banderillas el granadino, especialmente en un par al violín, aunque el toro blandeó durante todo el tercio, perdiendo las manos en repetidas ocasiones. Tras brindar al público se dio cuenta de que aquello no podía llegar a buen puerto, y David no pudo más que justificarse con Taranta, un toro muy justo de fuerza que no le permitió absolutamente nada. Abreviar era lo correcto y así hizo.

Con aires renovados recibió a su segundo. Bien con el percal durante toda la tarde un Fandi muy inspirado en esa faceta: Lopecinas, chicuelinas, larga cordobesa y una media de cartel. No así en banderillas, tres pares dejó y los tres traseros, el último incluso caído, muy caído. No todo vale aunque se trate de El Fandi. De rodillas en los medios comenzó la faena muleteril. Aún en Fandila, se vieron series ligadas. Eso sí, repito, en Fandila. El momento de mayor conexión con el tendido llegó por el pitón izquierdo, pero no fue de altos vuelos. Sobraron dos minutos de faena, así como los desplantes de cara al tendido. No estaba la tarde para ello. Fatal con la espada. Oreja y hubo petición para la segunda, pero no se concedió. Bien Presidente.

Bonito el saludo por delantales de Castella al 2º en los medios de la plaza. La suerte de varas solo se marcó, y es que el de Fuente Ymbro marcó la carencia de fuerza desde el principio. Sensacional la brega de Javier Ambel. Sin enmendarse y en el tercio comenzó a instrumentar faena el francés, por arriba cuidando al noble y justo burel, que protestaba cada pase del de Béziers. Por ambos pitones lo intentó Castella, cimentando casi todo por el derecho sin poder bajar la mano ni en uno. Un buen cambio de mano y circulares para culminar faena. No lo veía claro a la hora de matar, y alargó mucho para colocar al toro como él precisaba, además marró con el acero.

Tal y como estaba transcurriendo la corrida de Fuente Ymbro, excesivo castigo en varas recibió el anovillado 5º, además una vara muy trasera. Inició su labor sentado en el estribo tras brindar al público. La faena no llegó a ningún sitio por la condición de reservón y desclasado del toro. Lo más potable, por el izquierdo, sin llegar a transmitir más que sosería. Se justificó el francés, sin más.

 

  • 4ª de la Feria de San Julián. Tres cuartos de entrada en tarde fresca y nublada. Se han lidiado seis toros de la ganadería de Fuente Ymbro, desigualmente presentados y justos de fuerza en línea general. Se dejaron 4º y 6º. Manso de libro el 3º. Anovillado y reservón el 5º.
  • El Fandi (carmesí y azabache): Estocada muy caída (ovación) y bajonazo (oreja).
  • Sebastián Castella (tabaco y oro): Estocada tras dos pinchazos –aviso- (ovación) y media tendida y descabello (ovación).
  • Miguel Ángel Perera (azul celeste y oro): media estocada (oreja) y estocada caída –aviso- (oreja).
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