El segundo encierro de estas fiestas de Tudela ha sido protagonizado por los toros de Ángel Macua que han vuelto a volar por las calles de la capital ribereña y en 2 minutos y 33 segundos han completado el recorrido.
Con un colorado por delante la manada ha comenzado muy estirada y muy pronto se ha disgregado, rompiéndose en varios grupos, con ello, se han abierto muchos huecos y posibilidades para los mozos que hoy han podido gustarse a placer; había en la calle muchos menos corredores que ayer así que ha sido un encierro para el disfrute.
Algunos dirán que ha sido un encierro algo soso, nada más lejos de la realidad, las carreras de esta mañana han sido preciosas, hablemos de una de ellas:
Daniel Azcona dice de Aitor que es un extraterrestre, y es que, nunca deja de sorprendernos con sus aventuras en los encierros, lo suyo está alcance de muy pocos humanos. Hoy lo ha vuelto a hacer. Ha comenzado a correr en la curva de Caritat, se ha colocado con mucha maestría delante del primer toro al cual ha guiado perfectamente hasta la siguiente curva, justo ahí, por el lado derecho, el segundo toro le ha tocado un poco y, ¡oh! ¡se ha quedado sin zapatilla!, o, mejor dicho, se le ha salido. Rápidamente, se ha agachado, la ha cogido y, zapatilla en mano se ha cruzado al lado izquierdo del comienzo de la Avenida Zaragoza para ponerse delante del cuarto toro y del resto de manada que venía por detrás; marcándose una carrera maravillosa, marca de la casa, sublime. De esta forma, y por segunda vez en este año, ha pisado la arena con los toros en los riñones y la zapatilla en la mano. Va a ser que Daniel tiene razón y Aitor es un auténtico extraterrestre.