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Vicente Carrillo Cabecera
Entrevistas. Al Natural
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"Ser torero es un privilegio"

Un muy ilusionado Eugenio de Mora nos cuenta lo que ha supuesto su temporada y nos habla de las expectativas de futuro. Aprovechamos también para repasar su trayectoria y rememorar sus momentos más entrañables. Viajamos hasta Mora, y a la entrada de esta villa toledana nos detenemos en la entrada de una pequeña finca: “Villa Sedoso”. Su nombre es toda una declaración de intenciones para el aficionado al toro, que seguro que en su retina aún guarda el recuerdo de aquel San Isidro de 1998, cuando un joven toledano cortaba dos orejas de ley a un toro de Giménez Indiarte y salía a hombros del coso venteño. Entrevistamos a Eugenio de Mora, que amablemente ha tenido a bien recibirnos en su casa, donde se prepara con vistas a la próxima temporada, con un claro objetivo: refrendar y mejorar lo que se pudo ver en 2014. El entorno es inmejorable, la casa de un torero...
Mario Gómez Gutiérrez

- A día de hoy la gente conoce a Eugenio, pero cuéntenos de donde viene el origen de la afición, ¿cuándo dice quiero ser torero?

- La afición me viene desde muy pequeño, mi padre ya quiso ser torero, también estuvo de banderillero y el tiempo libre que teníamos ambos lo dedicábamos a ir a alguna fiesta campera o nos acercábamos muchos domingos a Madrid a los toros. Este fue mi primer contacto, así que a él se lo debo. Además, cuando me fui enganchando fue él quien me apoyó en todo momento.

- ¿Cómo es Eugenio en la plaza, qué puede decirnos?

- Soy un torero que no trato de engañar, pretendo ser fiel a mi mismo. Yo sé el concepto que tengo y el torero que quiero ser, hay veces que lo consigo, pero otras por las circunstancias, no se puede alcanzar esa meta. No trato de engañar a nadie, siempre he tenido la misma forma de torear y la misma filosofía, aunque sí es cierto que dentro de esa forma trato de estar cada vez mejor. Puedo gustar más o menos pero nunca trato de engañar a nadie.

- ¿Y fuera de ella?

- Soy una persona normal, no es fácil, estoy orgulloso de serlo. Me gusta el deporte y me sirve para prepararme. Me gusta el campo, la caza, y tampoco soy de salir mucho, quizá cuando era un poco más joven salía algo más pero ahora, quizá con los años (risas), salgo menos.

- Los toreros suelen ser personas de manías, rituales y creencias, ¿cómo es en este sentido?

- Depende las épocas, hay épocas con más manías que otras. No soy excesivamente supersticioso, aunque reconozco que ha habido épocas en las que sí que he llevado uno u otro objeto por el pensamiento de que podría darme suerte, el tema de los colores…, aunque trato de no aferrarme mucho a ello, para que no me atenacen. En tema religioso, respeto mucho, mi familia somos católicos, pero la verdad es que no le dedico tiempo. No suelo rezar habitualmente aunque antes llevaba mi capilla y mis cosas, pero con el tiempo dejé de llevarla, ya que me parecía un poco hipócrita aferrarme a los santos solamente cuando toreo y en mi día a día tenerlos olvidados.

- ¿Qué recuerdos guarda de su etapa de novillero sin picadores?

- Es una etapa muy bonita y difícil, cada cosa es nueva, son muchos recuerdos. Los novillos van creciendo y ves como las cosas van muy enserio, mis recuerdos son de plazas de la tierra, en las que ves como empiezan a salir las cosas y te empiezas a animar. Al principio veía el ser torero muy lejano, pero en novilladas de este tipo, te surge la esperanza.

- ¿Y el salto al siguiente escalafón? ¿Cómo fue la andadura con los del castoreño? Es un tiempo difícil, se nota mucho el cambio…

- Es difícil, sobre todo porque no toreaba mucho y alternaba novilladas con y sin picadores, por eso para mí, al principio, no fue un cambio radical, además en muchos pueblos había matado novilladas muy fuertes y eso hizo que no notase tanto el cambio. Cuando empecé a torear más de seguido, sí que se nota el cambio, se endurece mucho más, crece el volumen del toro. Además, al poco tiempo de debutar me dieron dos cornadas y empiezas a ver como todo es más duro, cada paso que das ves como la cosa es más seria y en esos momentos se pone tu vocación a prueba.

- Si menciono Curro Romero, José Tomás y Toledo, ¿qué recuerdos trae ese tarde del 17 de agosto de 1997?

- Imagínate (sonrisa), uno de los recuerdos más importantes de mi vida. Es un cartelazo en el que Curro Romero, que es una leyenda, aunque con un concepto de toreo diferente al mío, aceptó darme la alternativa, y fue un privilegio y además en mi tierra. Por otro lado, José Tomás que era un torero que estaba marcando un ritmo muy fuerte, era el torero a seguir en ese momento y ya había triunfado muy fuerte en Madrid. Fue una tarde muy buena, todo salió muy bien, fui el que más triunfó aquel día y no se puede pedir más. Hacerte matador en tu tierra, con ese cartel y ser el triunfador de la tarde es todo un sueño.

- Nos encontramos en “Villa Sedoso”, ¿qué recuerda de aquella tarde? ¿cómo fue ese día?

- Hace muchos años ya, pero fue de las tardes más importantes de mi carrera. Había confirmado unos días antes y las cosas habían ido bien, corté una oreja y dejé buen ambiente, eso te anima y más en Madrid, que es una plaza que pesa y donde sufrimos mucho los toreros, pero que cuando las cosas te van saliendo bien te creces. Esa tarde estaba con mucha ilusión, notaba el buen ambiente y sabía que el público quería volver a verme, era una tarde para reafirmar lo que el público había visto el día anterior. Recuerdo que esa tarde llovió mucho y en los momentos antes a empezar a vestirme llovía y tuvimos dudas sobre si se daría la corrida, luego la verdad es que todo fue hacia delante. En el patio de caballos, que me acuerdo que toreaba Ortega Cano y El Cordobés, hablamos de cómo se iba a reconstruir el ruedo, echaron el serrín y la verdad es que cuando empezó todo se desarrolló sin mayor problema.

En el primer toro estuve muy bien, el toro no duró mucho pero fue una faena importante, estuve a punto de cortarle una oreja, pero no me la concedieron, aún así di una vuelta al ruedo con mucha fuerza. Luego vino la faena al segundo, Sedoso, una de las faenas más importantes de mi carrera que culminó con otro de mis sueños, abrir la puerta grande en Madrid.

- Hablemos de la temporada 2014, ¿qué ha supuesto en su carrera? Háblenos especialmente del paso por Madrid

Para mí ha supuesto muchísimas cosas, llevaba tiempo que no toreaba allí, y las últimas actuaciones no habían salido las cosas; y eso suponía que mi nombre estuviese un poco orillado, se me consideraba como torero regional, solo para la zona de Toledo, y muchos aficionados, prensa y demás me tenían como un torero del que no esperaban mucho. Me tenían como un torero de bastantes años de alternativa, que había conseguido muchas cosas pero que estaba en la recta final y que se conformaba con torear en su tierra y sin más pretensiones. Las tardes de Madrid han venido a darme la razón, yo no me había convertido en torero regional porque quisiera, sino porque la situación se estaba dando así y necesitaba un refrendo como ese en Madrid para estar donde yo quiero y se me tomase enserio. Han sido dos tardes muy importantes para mí, porque me han puesto donde quiero estar, quiero ser más y estar más arriba.

- Este año ha hecho temporada en América, ¿cómo ha sido la experiencia?

- Para mí ha sido una experiencia muy buena, porque reaparecía de la cornada de Las Rozas, me vino bien el reaparecer, surgió esta corrida y no quería estar tanto tiempo sin vestirme de luces así que decidimos torearla. En Ecuador las cosas salieron bien y pude cortarle las orejas a un toro; el ambiente fue bonito, el cartel fue curioso, ya que fue con El Pana que es un torero muy veterano y Guillermo Albán, que es uno de los mejores toreros de Ecuador, fue una experiencia muy buena y me alegro de haberlo hecho.

- ¿Pero se nota la diferencia del toro español al toro que sale allí?

- Sí, sí que se nota, tienen el toro que tienen. Aquí se nota que el toro de Madrid y el de plazas importantes es un toro fuerte con mucha presencia, muy serio, y allí, en concreto en aquella corrida, fue más normal, lógicamente es el que es. Antes aquí también se notaba la diferencia entre las corridas en las capitales y los pueblos, ahora vayas donde vayas te encuentras un corridón de toros.

- Miramos también al futuro, ¿cómo está hecho el planteamiento de la temporada 2015, cuáles son los objetivos y cómo se presenta el panorama?

- El objetivo siempre es refrendar en todos los sitios lo que se vio el año pasado en Madrid y si se puede aumentarlo. Yo sé que ahora mismo las cosas son difíciles para todos, y veo en general el toreo muy complicado y con muchos intereses al ser muchos toreros en manos de muchos empresarios. Cada vez hay menos corridas, entonces el torero que no está metido en esa vorágine de apoderados y empresarios tiene la obligación de estar siempre mejor que los otros y sobre todo en plazas como Madrid, por eso veo una temporada muy importante y muy exigente en la  que tengo que rendir a un nivel muy alto para poder estar donde quiero.

- Mencionaba el tema de apoderados, y esta temporada junto a Juan de Padua se une Robert Piles, ¿qué espera que le aporte este nuevo mentor, podríamos decir que va a tener peso en el país vecino?

- Es lo que me gustaría. Francia es una zona en la que no he tenido nunca suerte, la verdad es que apenas he toreado, y creo que no he podido demostrar allí el torero que soy y no me gustaría que eso quedase así. Desde la lejanía, porque no lo conozco, creo que ellos tienen otro modelo, donde se hacen las cosas de forma diferente a como se hacen aquí, se valora mucho más el triunfo de los toreros al igual que se castiga también cuando no se está bien. Por ello voy a probar con Roberto, para que se me abran puertas en Francia y se me vea como soy.

- ¿Hay algo cerrado? ¿Tenemos ya algún avance en este tema en el país vecino?

- Sí, ya hay algunas cosas hechas y para los meses de marzo y abril estaremos por allí. Por lo menos creo que voy a tener presencia en Francia, que llevaba tiempo sin tenerla y eso ya es muy positivo.

- Hablábamos del modelo francés y la forma de recompensar los triunfos. La comparecencia en Madrid al menos dos tardes en San Isidro, o una en San Isidro y otra en una fecha bonita, se antoja ganada a pulso…

- Me gustaría que ambas fueran en San Isidro (sonríe), creo que el aficionado lo aceptaría de buen grado, aunque a día de hoy solo es un deseo, puesto que obviamente aún no ha habido contactos.

- Y al aficionado que pide ver a Eugenio de Mora en Sevilla, ¿qué podemos decirle?

- Hace muchos años que no estoy en Sevilla, pero he tenido tardes muy buenas allí y era contratado regularmente hasta que un año dejaron de contar conmigo y hasta hoy. Creo que lo que he hecho esta temporada ha tenido una repercusión grande, estoy en un nivel importante y quiero pensar que en Sevilla el aficionado tiene curiosidad por verme en esa plaza, por lo que por mi parte está todo, solo falta que cuente conmigo la empresa y entrar en su planteamiento de temporada.

- Hemos hablado de sus orígenes en Mora, y no podemos obviar a una de las mayores promesas de este momento, Ignacio Olmos, nos comentaba que entrena aquí, que usted le ayuda, ¿cómo le ve o qué ve en él?

- Ignacio es un proyecto de torero, sobre todo muy cercano, entrena aquí en casa, es vecino, amigo y, claro, a mí me encantaría que tuviera suerte y consiguiera ser un torero muy importante, que es lo que quiere y para lo que se prepara a diario. Tiene condiciones muy buenas, está muy nuevo pero bueno, el año pasado ya toreó una serie considerable de festejos, tuvo tarde buenas, y ha tenido la mala suerte de caer herido, por lo que ya ha empezado a sentir la dureza de lo que es esta profesión. A mí me encantaría que las cosas le salieran, sabe que yo estoy ahí apoyándole y tratando de aconsejarle en todo lo que pueda, dentro de mi punto de vista, que no quiere decir que por seguir mis consejos vaya a salirle todo bien, pero dentro de mi experiencia espero aportarle lo que pueda.

- Para acabar, cuéntenos, ¿qué es ser torero para usted?

- Para mi ser torero es un privilegio, es la profesión que he elegido y he tenido la suerte y la fortuna de llevar muchos años en esto, y de conseguir muchos de los objetivos que me he propuesto. También he vivido momentos muy duros, pero que también forma parte de la vida de un torero, y ahí sigo en la pelea, con muchas ganas de seguir peleando.

- Responda con una sola palabra… Torero: Eugenio de Mora. Toro más especial: el que embista. Traje de luces favorito: tengo varios, no te sé decir uno solo, pero quizá el azul cielo y el blanco y plata. Plaza: Madrid. Ciudad: también Madrid. ¿Campo o Ciudad?: Campo. Ganadería: No tengo preferencias, con la que me pongan es la mejor. Cartel ideal de todos los tiempos: Nunca lo había pensado, pero quizá Domingo Ortega, Luis Miguel Dominguín y Eugenio de Mora.

- Agradezco la gentileza no solo de recibirme, sino de mostrarme cariñosamente los rincones más especiales de su casa, donde pude ver desde el toro de su alternativa, varios vestidos significativos de su carrera, fotos que encierran multitud de recuerdos, Lima, México, Colombia…, gran cantidad de trofeos y reconocimientos y por supuesto una de las joyas: Sedoso. Muchas gracias por dedicarnos este ratito y ojalá este 2015 te dé la oportunidad de refrendar todo lo que atesoras Eugenio. Suerte maestro.

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