- ¿Qué balance hace de la temporada?
- En líneas generales estoy contento, sobre todo por las dos tardes de Madrid en las que he mantenido el nivel de la temporada pasada. La de Otoño fue una tarde bonita, el aficionado me pudo ver con el nivel de siempre. Durante este año he tenido un gran rendimiento y quiero mantenerlo el máximo tiempo posible. Estoy muy bien e ilusionado, me siento en un gran momento de mi carrera.
- Llega a San Isidro con la moral por las nubes, anunciado una sola tarde y los sueños se vienen abajo cuando el día amaneció lluvioso y por la tarde no queda otra que suspender. ¿Cree que perdió una oportunidad de estar acartelado en más ferias?
- A principio de temporada pensaba que iban a contar más conmigo, aunque pienso que el año pasado di un paso hacia delante y pequé un poco de ingenuo, pequé de estar solo sin apoderados, sobre todo pensé que la empresa de Madrid iba a contar más conmigo y finalmente solo pude estar dos tardes.
- ¿Con qué tarde se queda de las once actuaciones que ha firmado?
- Con la tarde del 15 agosto en Las Ventas, donde corté una oreja a un toro de El Montecillo y con la de Consuegra en septiembre, donde me embistieron los dos toros. Han sido de las más importantes de la temporada.
- ¿La tarde de Pamplona fue la más dura de la temporada?
- Quizá sí, sobre todo en el primer toro, con aquel cebada amargo, y en el que me vi a merced de él. Me tuvo colgado del pitón y no me soltaba. Tuve suerte, porque me pudieron herir los dos toros.
- De las once tardes solo tres han sido en plazas de primera categoría, dos en Madrid y una en Pamplona. ¿Solo cuenta con el respaldo de Madrid?
- En Madrid me reconocen lo que en otras plazas no, además no tengo un apoderado que esté vinculado a una empresa importante.
- Durante estos últimos años, se ha ganado el respeto y se puede decir que es torero de Madrid. Lleva varias tardes donde ha rozado la salida a hombros, ¿le obsesiona repetir el triunfo rotundo de la puerta grande?
- Puede ser, porque durante estos años en cuatro tardes he rozado el triunfo. En 2014 estuve a punto con el sobrero de Conde de la Maza, pero el presidente no me dio la segunda oreja. Lo mismo me ocurrió el Domingo de Resurrección de 2015 con otro toro de Martín Lorca, con el que tuve tan cerca el triunfo… A veces basta con que lo desees tanto, para que no se cumpla.
- Durante estos tres últimos años ha hecho el paseíllo en siete ocasiones en Madrid y ha cortado la cifra nada despreciable de cuatro orejas. ¿Qué sería de Eugenio de Mora si no fuera por Madrid?
- Prácticamente nada, todo lo que soy se lo debo a Madrid. En mis inicios me lanzó y pude tomar una alternativa de categoría, luego las cosas se torcieron y lo pagué al tener pocos contratos. En esta tercera etapa de mi carrera estoy viviendo grandes momentos, y todo gracias a Madrid.
- ¿En algún momento se ha sentido despreciado por alguna empresa por no contar con usted estando en condiciones de sustituir a algún compañero?
- El toreo es un negocio y todos sabemos que se mueve por intereses, además si no me lleva un apoderado que esté vinculado a una gran empresa parece que es imposible estar en las ferias. Esta temporada pensaba que iba a tener más oportunidades, pero no se me han valorado los triunfos.
- ¿La veteranía es un punto a favor para Eugenio de Mora?
- Es un baza para mí, sobre todo por la temporada que viene en la que haré 20 años de alternativa. Ahora muestro el nivel de un torero joven compaginado con la veteranía.
- ¿Le gustaría medirse a las figuras?
- Por supuesto, pero no solamente con las figuras, sino con todos los toreros del escalafón y por supuesto con los que están empezando. Para mí es una satisfacción hacer el paseíllo con ellos, me da empuje y ganas.
- Con 41 años y 19 de alternativa, ¿que sueños le quedan por cumplir?
- Aunque he conseguido muchos sueños y he cuajado a muchos toros, la Puerta Grande de Madrid aun se me resiste como matador…
- ¿Prepara algo especial para el año que viene con esos 20 años de alternativa?
- Volver a torear en mi pueblo (Mora) en la fiesta del Olivo es una de mis ilusiones, además ya lo he hablado con la Corporación Municipal y estamos esperanzados en que pueda hacer el paseíllo. Al igual que en Toledo, donde tengo una espina clavada, a fin de cuentas es mi tierra y la gente me quiere.