Vaya por delante que es imposible si no se ha estado hoy en la plaza de toros de La Misericordia comprender lo que se ha vivido. En el continuo derrumbe, o más bien demolición, al que está sometiendo la empresa Zúñiga y toros SL a la plaza de toros de Zaragoza aún quedaban cotas por alcanzar.

En los chiqueros una de Castillejo de Huebra y José Manuel Sánchez, de dos guarismos, y que ayer estaba en el campo con las fundas puestas -no tuvieron la decencia en la casa ganadera de no publicar el vídeo- que, vaya usted a saber dónde iba a lidiarse -¿en El Pilar?- y que vino a dar con sus huesos en el día del patrón de Aragón, sustituyendo a la titular de Julio de la Puerta. San Jorge, perdónales porque no saben lo que hacen. Mansa de solemnidad pero ninguno se comió a nadie. Suficiente para el naufragio de los de luces.

Para picar se probó, antirreglamentariamente y sin seguir el procedimiento legal, la nueva puya de Bonijol. Y olé.

El palco, además de comulgar con la puya de habas, colaboró para llevar a la sufrida afición de Zaragoza -a la Misericordia sólo le quedan los tendidos de sol- al borde del desorden público. Manteniendo inválidos en el ruedo, alargando el tiempo de los avisos y no mandando apuntillar al cuarto bis tras el tercer aviso. Inolvidable la devolución del sexto pasando por encima de ese cuarto bis, de cuerpo presente tras la puerta que da acceso a corrales, cubierto con un capote.

De los espadas, aunque tiene guasa llamarlos así hoy, sólo Borja Jiménez mantuvo la dignidad de la profesión de matador de toros. David Galván, vestido de Fairy y plata -dolía mirar el vestido de feo que era- se dejó dos toros vivos en una plaza de primera. Y ni ademán de cortarse la coleta. Tras ello, además, se inhibió en sus funciones de director de lidia. Tristán Barroso, que no tiene ningún mérito técnico ni artístico para anunciarse en esta plaza más que ser apoderado por la empresa, anduvo incapaz ante el último y coqueteó con sumarse al entusiasmo de Galván en lo que a mensajes de vida se refiere; lejos de agachar la cabeza y aguantar el chaparrón, decidió encararse con los tendidos. Esos cojones para el toro, “matador”.

Entre avisos y toros muertos tapados con capotes quedará una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde.

Ficha del festejo:

Plaza de toros de la Misericordia de Zaragoza. 23 de abril de 2025. Cuarta de la Feria de San Jorge. En el Día de Aragón volvió a sonar el himno de España. Un tercio de entrada. Toros de Castillejo de Huebra (2º, 3º y 4º, lidiado como sobrero) y José Manuel Sánchez (1º, 5º y 6º bis) con mucho peso pero feos de hechuras. Mansos y descastados, desarrollando las complicaciones propias de la mansedumbre.

David Galván: tres avisos (división) y tres avisos (gran bronca). Gran bronca al marcharse de la plaza.

Borja Jiménez: pinchazo caído y media caída (silencio); pinchazo y seis golpes de descabello (silencio tras aviso)

Tristán Barroso: pinchazo, media delantera, un golpe de descabello (silencio tras aviso); cinco pinchazos, tres golpes de descabello (gran bronca tras aviso). Gran bronca al marcharse de la plaza.