Una vez más, al lado de la fiesta de los toros. Una vez más, Mario Vargas Llosa ha defendido a capa y espada esta cultura centenaria que es la Tauromaquia. En esta ocasión ha sido en la localidad zamorana de Toro, donde el premio Nobel de Literatura recibió un sincero homenaje por parte del ayuntamiento y las asociaciones taurinas de la localidad, coincidiendo con la Fiesta de la Vendimia.
Las autoridades locales y los representantes de las asociaciones recibieron al escritor peruano en la plaza de Santa Marina, para emprender camino hacia el Ayuntamiento por la calle Puerta del Mercado. Dentro de los actos programados se encontraba la recepción en el consistorio, donde Vargas Llosa firmó en el Libro de Honor de la Ciudad. Después de atender a los medios de comunicación, tuvo lugar una breve reunión con los representantes de las asociaciones culturales taurinas de la provincia, en la que trasladaron al Nobel sus inquietudes respecto al momento actual de la Fiesta y le mostraron su profundo agradecimiento por su defensa abierta de la Tauromaquia como patrimonio cultural.
“Defiendo los toros porque hay una ofensiva contra ellos, con campañas orquestadas que, en muchos casos, obedecen a motivos políticos, que no persiguen tanto la defensa de los animales como utilizar esa prohibición con fines políticos”, manifestó Mario Vargas Llosa en un salón de plenos del ayuntamiento abarrotado, que contó la presencia, entre otros, del presidente de la Asociación Internacional de la Tauromaquia, William Cárdenas.
Ya por la tarde, acudió a la plaza de toros, donde asistió al tradicional festejo de la Vendimia y descubrió un azulejo conmemorativo de su visita, que supone un reconocimiento a su defensa de la Tauromaquia. “El toreo es un hecho cultural y una fuente de inspiración de las artes y las letras”, señaló el escritor, y tal como sucedió en Estocolmo cuando recogió su premio Nobel, saludó con una montera desde los medios de la plaza a los cientos de personas que le aclamaban. “Si abolieran las referencias a los toros se empobrecerían la poesía, la pintura, la música o la filosofía, ya que la tauromaquia ha irrigado prácticamente todas las manifestaciones de la creatividad artística y cultural”, sentenció.
La presencia del ilustre escritor en la ciudad de Toro finalizó este domingo después del tradicional desfile de carros engalanados a la antigua usanza, ya que la curiosidad por contemplar este importante evento de las fiestas de La Vendimia, ha hecho que Mario Vargas Llosa alargase su estancia en la localidad zamorana.