Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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Cualquier tiempo pasado siempre fue mejor
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Cenicientos. Crónica 1ª de la Feria del Toro

Cualquier tiempo pasado siempre fue mejor

Daniel Blázquez

Cualquier tiempo pasado siempre fue mejor. Mejor para Peñajara que, a pesar de lidiar una corrida interesante con toros de nota, no terminó de lidiar ese toro estrella, por ejemplo, como el ejemplar de nombre Mexicano que sorteó Joselito Adame en esta misma plaza en el ya lejano 2011. Tiempos pasados también fueron mejores para el madrileño José Manuel Más, que un año después de alzarse triunfador de la feria al cortar sendas orejas de un lote de Juan Luis Fraile, no consiguió tocar pelo en el que era su primer paseíllo en esta temporada. Para Marco Antonio Gómez, torero sevillano que impactó al toreo con sus excelentes formas durante las capeas de Castilla el pasado invierno, también fueron mejores épocas pasadas, donde mostró un concepto del toreo que, por unas cosas o por otras, no está pudiendo expresar en la plaza, vestido de luces, durante la presente temporada. Por último, también fueron mejores los tiempos pasados para aquel toledano al que la espada le robó la gloria una tarde de mayo, hace ya tres años, en Madrid y quien, ahora, como matador de toros, se ha visto relegado al temido Valle Del Terror, zona de toro grande y billete chico, en la que se requiere un oficio que no tienen aun el joven espada manchego. A pesar de ello, los mejores pasajes de la tarde tuvieron llevaron su firma.

Abrió plaza y feria Trampero, un toro muy bien presentado, que cumplió en el único puyazo que tomó. Este, trasero y muy duro, pareció ser suficiente para un José Manuel Más que, después de no poder brillar con la capa y haber brindado su faena al subalterno Botijo, instrumentó un trasteo voluntarioso pero carente de firmeza. Reservón, sin humillar ni entregarse el animal, que fue más largo a los vuelos del de Navalcarnero, cuando este se echó la muleta a la mano izquierda. Faltó seguridad en una labor que no voló alta en ningún momento. Mató de estocada media tras pinchazo y saludó la primera ovación de la tarde. El cuarto, de nombre Aguacero, fue el más serio del envío sevillano y, por tanto, recibió una calurosa ovación de salida. El toro, encastado y a más, terminó por desbordar al madrileño, que no consiguió templar las arrancadas del cornúpeta, perdiéndose en una labor de escasa limpieza, debido en gran parte a los continuos enganchones que sufrió. De nuevo, lo mejor fue la voluntad de José Manuel. Mató de media estocada defectuosa y saludó la segunda y última ovación de la tarde.

Marco Antonio Gómez, torero que había maravillado al mundo del toro por sus notables actuaciones en las capeas de pueblos como Ciudad Rodrigo o Coria, sorteó en primer lugar un toro bravo en el caballo, que tomó dos varas fuertes, empujando con los riñones en las dos y derribando al piquero en la primera. Brindó al público el sevillano, consciente de que tenía ante sí un toro importante al que poder hilvanar la faena que había soñado durante tantas y tantas tardes en las que buscó sentirse torero, sin más pretensiones que el amor verdadero a esta profesión, ante el toro de la calle. Sin embargo, no se entendió con este su primer enemigo, construyendo un trasteo desigual que tuvo su punto álgido en la primera tanda en redondo. El desarme al intentar torear al natural terminó por dar al traste con su actuación. Mató de estocada baja tras pinchazo. El quinto fue el peor de la corrida, soso, sin casta ni bravura, que además pareció estar lesionado. Imposible el animal. Nada a rescatar. Volvió a ser silenciado.

El viento se hizo presente a la vez que Peruano, el serio Peñajara que hizo tercero. Tomó solo una vara, en la que cumplió con creces. Brindó al público Gómez del Pilar, que momentos después se iba a mostrar muy desconfiado en su labor. Más disposición que lucimiento el toledano que no se asentó en un trasteo carente de firmeza. Marró con los aceros y fue silenciado. Carnicero fue el encargado de echar el telón en la primera de feria y, a la postre, resultó ser uno de los mejores toros que Peñajara había enviado a territorio corucho. Le dio fiesta en el recibo el manchego, que toreó con mucho gusto a la verónica. Tomó una vara fuerte en la que empujó metiendo los riñones antes de dejar las arrancadas más espectaculares de la tarde en un tercio de banderillas en el que encontró réplica, puesto que los subalternos estuvieron a la altura de tan difícil papeleta. Faena de más a menos la de Noé, destacando las primeras tandas en redondo. Solo una vez hizo uso de la mano izquierda, pitón por el cual el toro no mostraba la misma franqueza que por el derecho. Finalizó por circulares, sin embargo, los repetidos fallos con la espada hicieron que se esfumase cualquier posibilidad de premio y fue silenciado.

 

  • Plaza de toros de Cenicientos. 1ª de la Feria del Toro. Media plaza en tarde fresca y ventosa. Se han lidiado seis toros de Peñajara, excelentemente presentados, serios y con cuajo, de variado juego. Destacó el bravo 2º, y los encastados jugados en 4º y 6º lugar, aplaudidos en el arrastre.
  • José Manuel Más (verde manzana y oro): ovación con saludos y ovación con saludos.
  • Marco Antonio Gómez (grana y oro): silencio y silencio.
  • Gómez del Pilar (Rosa y oro): silencio y silencio.
  • Se desmonteraron Iván Aguilera y Ángel Luis Mayoral, después de parear notablemente al 6º. 
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