Cada pueblo y cada ciudad de nuestra amplia geografía que celebra encierros tiene su encanto especial y Alfaro no iba a ser menos. En esta localidad riojana, de la ribera del Ebro, se han celebrado este fin de semana tres encierros y por sus calles han corrido unos preciosos toros de la ganadería local Toropasión.   

Ahí se han visto las caras con muchos de los mejores corredores del territorio nacional y francés, que no han dudado en hacer kilómetros para acudir a tan hospitalario municipio. Alfaro en mayo huele a reencuentros, a abrazos de "cuánto tiempo tiempo sin verte" y a abrazos "de nos vemos pronto,  que julio está a la vuelta de la esquina".   

La familia del encierro se reencontraba durante un fin de semana de buenas vibraciones y sensaciones, porque cuando, además, todo sale bien, todo sabe mejor.   

El tiempo no acompañaba precisamente con el Cierzo soplando a su antojo. La fecha para algunos tampoco era bonita, "día 13", pero fueron muchos los que no quisieron perderse la cita del encierro de las múltiples cuestas y la variedad de sus calles. En la carretera, ancha como ella sola, los corredores con más piernas lo dieron todo en preciosas y largas carreras. En la estrechez y la emoción de la calle Pozas, los más veteranos se quedaron a gusto, dando aún más encanto al evento. Cierto es que el domingo por la tarde, dada la gran cantidad de gente que había, estaba más repartida la cosa.  Pero lo importante es que al final todos los mozos salieron contentos porque todos pudieron coger toro y disfrutar a placer, los fotógrafos porque han ampliado sus galerías con hermosas fotografías y los espectadores porque pudimos disfrutar de encierros muy bonitos que, además, se saldaron sin incidentes reseñables. 

Así que sí, es cierto el dicho de que Alfaro nunca defrauda. YFM.