Miguel Leza lleva corriendo el Encierro en Pamplona cuarenta y cuatro años. Comenzó en Estafeta pero hasta que no bajó a correr a la misma hornacina del Santo Morenico no descubrió el verdadero encierro, el de la esencia, el de la pureza, el de la familia. Navarro, de Lodosa, nos habla de lo especial que es ese lugar tan místico del recorrido. Sabiduría y experiencia. Pasen, lean y conozcan un poquito más de La Cuesta.

¿Cuántos años llevas corriendo en Pamplona y cuántos en Santo Domingo?

Empecé a correr el 12 de julio de 1979, un domingo. En Santo Domingo llevo desde 1996. Empecé corriendo en Estafeta y callejón. En los años ochenta tuve un problema con un Miura en el callejón, pasé mucho miedo y me bajé a Mercaderes. En el 96 me bajé a Santo Domingo y ya de ahí no me muevo.

Hoy, el encierro en Santo Domingo ha sido precioso…

Ha sido muy bonito, porque se ha corrido. El problema de estos días de atrás es que había mucha suciedad, me refiero a suciedad en cuanto a gente. Había mucha gente de la que se queda parada y no podías desarrollar la carrera, sin embargo hoy ha sido un encierro limpio. Los toros venían a una velocidad que se ha podido aguantar más que otros días y ha sido bonito. ¡Hemos visto toro!

Desde el principio dos toros por delante en Santo Domingo, mucha emoción de Fuente Ymbro, ¿no? Parecía más Jandilla que Fuente Ymbro…

Sí, por el tipo de toro y por los colores. Había mucha variedad de capas. Es un toro fuerte, con mucha cara, atlético pero muy ágil.

La Cuesta es un lugar diferente, un lugar especial, ¿qué dirías que tiene La Cuesta que no tiene otro tramo del recorrido?

La Cuesta es La Cuesta. Una de las diferencias es que en la Cuesta manda el toro. El toro es el que impone la velocidad, el toro está fresco y sube con todo lo que tiene. Es el tramo más rápido, aunque el toro viene entrenado y el encierro es muy rápido, en Santo Domingo se nota un punto más de velocidad. La Cuesta es magia. Cuando bajé a correr a Santo Domingo descubrí el verdadero encierro de Pamplona. La mayoría de la gente somos de casa y eso se nota, es donde más vamos de blanco, somos una familia y cuando acaba el encierro preguntamos si está todo bien. Es diferente. Ojo, la emoción con un toro en la calle es igual que sea Santo Domingo que Estafeta, pero el sentimiento de Santo Domingo y la magia de La Cuesta es diferente. ¿Estafeta? Cuando corría era mucho más joven y había más huecos, ahora hay mucha gente de fuera y es distinto.

Pero, hay relevo generacional tanto en La Cuesta como en el resto del recorrido.

Se ha notado estos años sí. Hasta hace unos años si ves fotos estamos siempre los mismos, corredores veteranos, pero ahora hay un relevo generacional extraordinario, gente joven, es bonito de ver que el encierro tiene futuro.

En La Cuesta también hay mucha gente joven ahora corriendo muy bien, no sólo veteranos.

Sí, se ven, en el segundo tramo de La Cuesta que está la gente joven que tienen más piernas se ven unas subidas preciosas. ¡Ojo!, que los que estamos abajo somos veteranos pero no somos tan viejos, ¡tenemos canas, pero no somos tan viejos! ¡Ahora a almorzar!