Día de Santiago, festivo en Navarra y primer encierro en la capital de la Ribera. A diferencia de los próximos días, hoy sí hemos visto en las calles a los utreros que serán lidiados en la novillada de esta tarde. Por decisión de la empresa, el resto de días en lugar de ver los toros de las corridas, veremos a ganaderías de la zona correr sus toros por las calles tudelanas. Emoción y casta garantizada.
Dicho lo cual, esta mañana los novillos cacereños han puesto picante, emoción y peligro a una carrera muy accidentada, con tres trasladados al hospital, uno de ellos heridos por asta de toro en el glúteo. Vayamos por partes.
La manada salía arropada y con bueyes mandando, dèjá vu. En la misma cuesta de la Estación, un novillo parecía que quería tomar la delantera, pero ha resbalado, ha caído y, aunque con la misma agilidad se ha puesto en pie, no ha conseguido adelantar a los mansos. Casi hasta llegar a la curva de Peñuelas con Camino Caritat la carrera transcurría sin ningún sobresalto y con pocos corredores en el asfalto. Al llegar ahí, un mozo ha sido alcanzado por uno de los colorados que iba muy abierto por la parte derecha, siendo el primer corneado de las fiestas, el animal ha caído al suelo con él casi pegados al vallado. Cornada en el glúteo.
En Camino Caritat la manada se lo tomaba con calma, a un ritmo muy asequible que ha permitido a los bastantes mozos que ya poblaban este tramo realizar carreras con distancia. En paralelo iban dos bueyes junto a dos novillos, el resto de los animales por detrás. Bonito. Pero, al final de la calle, los dos novillos han tomado la delantera, el que iba primero se ha abierto mucho por el exterior de la curva, sorprendiendo a un mozo que venía pendiente de los dos siguientes utreros. El mozo ha sido volteado contra en vallado, afortunadamente sin consecuencias.
En Almajares hemos podido contemplar preciosas carreras delante de los dos castaños que abrían carrera en ese momento. Dos buenos corredores Pamplona iban perfectamente colocados antes de la curva con la Avenida Zaragoza, comenzando sendas carreras que prometían, pero han sido obstaculizados y arrollados, siendo pisoteados por la manada entera. Afortunadamente también sin consecuencias.
A partir de ahí, la manada se ha estirado muchísimo en la Avenida Zaragoza; con un colorado por delante con un ritmo bastante alto, en solitario, unos metros por detrás dos castaños, y después el resto de los ejemplares muy estirados. Esta conformación de manada permitía meterse, había huecos, faltaban corredores. A pesar de eso, alguna carrera bonita a distancia hemos vistos, en especial con los dos novillos que venían por detrás.
Con el primero era muy complicado, como así se ha visto justo antes de llegar a la curva, donde un mozo con americana ha sido espectacularmente cogido. El mozo venía sin mirar atrás, importante hacerlo siempre, se ha visto totalmente sorprendido y desbordado. El novillo lo ha encunado, así lo ha llevado unos metros, muy pegado al vallado, donde se ha golpeado varias veces antes de seguir volando encima de las astas. Lo ha lanzado espectacularmente contra el suelo, cayendo de mala manera, en ese momento le ha lanzado un derrote, afortunadamente no le ha alcanzado y el utrero ha seguido su camino como si nada.
Mientras, el resto de los novillos venían disgregados y con mozos pudiéndose gustar. De esta forma han entrado animales y mozos en el coso ribereño, dando por finalizado este primer accidentado y peligroso encierro.