Sexto día de Pilón y de nuevo vacas falcesinas protagonizando la jornada. En este caso han sido las de Hípica Zahorí las que han complicado la mañana a los mozos. Emocionante y rapidísimo, había que tener muchas patas, agilidad, inteligencia y destreza para estar hoy ahí, en la tierra.
7:30 de la mañana y las menudas vacas de Javier Olcoz han subido diligentes, con una marcando en camino y tomando distancia casi desde el comienzo, mostrándonos un poco lo que después iba a suceder después. Hoy, de nuevo, dos mozos han subido corriendo la gran cuesta delante de los animales. Preciosas carreras. Emocionante.
Y con esas a las 9 han sonado los cohetes y la cuesta se ha convertido en una pista de rallies. Velocidad endiablada de esa primera vaca que ha complicado el descenso a los corredores. Antes de la Fuente de los Pajaricos se ha lanzado, cogiendo distancia con sus hermanas y poniendo en aprietos a los mozos. La colorada en cuestión bajaba volando y mirando a los lados, los mozos sin más opción que apartarse o echar cuerpo a tierra.
El paso por la cuesta ha sido muy emocionante. Un mozo ha caído en medio la cuesta, la vaca que se creía Usain Bolt lo ha saltado espectacularmente, después la segunda vaca, que abría el grupo mayoritario, también lo ha saltado de la misma manera. Mientras, la primera vaca esquivaba a un mozo que iba a ser alcanzado porque era imposible mantenerle la velocidad a la colorada. Capotico de la Virgen de Nieva en ese momento o pocas ganas de la vaca de encontrarse con obstáculos o embestir.
Al asfalto han llegado muy estiradas, separadas entre ellas, y los mozos, que habían aguardado para correr ahí abajo, se han ido con ellas hasta el pueblo. Al final, el único trasladado de este trepidante encierro ha sido un espectador con un traumatismo facial por una caída.
Mañana llega la Casta Navarra de Vicente Domínguez, así que, mañana más y mejor. Suerte a todos.