Hablar de roscaderos es hablar de Cinco Villas, hablar de Cinco Villas es hablar de Ejea de los Caballeros, su capital, cuna del roscadero y donde este sábado se ha celebrado su concurso nacional. Segundo concurso más importante de la temporada, únicamente superado por el del Pilar en Zaragoza. Importancia que viene dada por la plaza en sí, las dimensiones de su ruedo y la capacidad de sus tendidos, por su público exigente y aficionado, por las vacas seleccionadas por Don Jesús Marcen y por las cuadrillas que ahí se presentan; un total de 10 de cuadrillas dispuestas a enfrentarse a la bravura y la casta de las vacas que crían en Villanueva de Gallego los Hermanos Marcen.

Antes de contar lo acontecido, expliquemos de nuevo las normas del concurso de esta tradición única tan arraigada en Aragón. El roscadero es un cesto de mimbre con forma de campana, detrás de cada roscadero se colocan cuatro roscaderistas y cada cuadrilla la componen cinco miembros, puesto que cada una de ellas lleva a un citador, encargado de meter y sacar a la vaca del cesto y de los círculos centrales. Los círculos pintados en el ruedo son dos, el primero y más pequeño indica el perímetro del que no pueden salir las cuadrillas, de hacerlo es eliminada, y el segundo, el más grande, es el aro del que debe de salir la vaca para poder volver a contar una nueva entrada. La cuadrilla que en los tres minutos que dura cada actuación consiga meter más golpes de la vaca en el roscadero, habiendo salido del segundo círculo, es la que gana el concurso. Si una cuadrilla cae el suelo y, cómo mínimo, uno de sus miembros sigue agarrando el palo del roscadero, puede seguir concursando, de lo contrario es eliminada.

Así pues, una vez explicado esto, contemos lo sucedido. El concurso comenzó con impuntualidad, puesto que a las 6 en punto de la tarde todavía había mucha gente en las puertas esperando a entrar, en los tendidos de sombra no cabía un alfiler. Una vez el público se acomodó en los tendidos, dieron paso a la presentación de las cuadrillas. Cuadrillas que quisieron brindarle en ese momento un emotivo homenaje a Toño Mateo, roscaderista local que durante 15 temporadas consecutivas ha dejado el nombre de Ejea muy alto en muchos concursos y que ahora ha tenido que cortar, esperemos que temporalmente, de salir al cesto. Ovación merecida en su plaza y de su gente con todas las cuadrillas haciéndole un pasillo para encontrarse al final de él con Sergio Aguas y Gonzalo Boutelier, compañeros de cuadrilla, de batallas y de triunfos, que le entregaron un bonito regalo.

Una vez terminado el homenaje, saltaba la cuadrilla de Gallur al ruedo, capitaneada por Saul Frescané, para esperar en los medios a “Cosechera” nº24 de Hermanos Marcen. Así pues, saltaba con todo Cosechera al ruedo, una castaña muy bien presentada, con mucha cara y unos pitones larguísimos apuntando al cielo. Muy bien el citador de salida que consiguió que se fuera con él y restarle un poco de esa fuerza inicial en el primer golpe. A pesar de eso, la vaca pegó con todo, se enceló con el cesto y estuvo 20 segundos empleándose en la primera entrada. La cuadrilla la paró muy bien, se nota la experiencia y giraron el roscadero de forma perfecta, la vaca los desplazó por el circulo central en esos veinte segundos, pero con maestría consiguieron no salir de él. Vaca brava, humillando y pegando abajo. En cuanto el citador consiguió sacarla del cesto y del circulo exterior, la vaca volvió rauda al cesto, tenía hambre de mimbre. En cada entrada la vaca perdía mucho tiempo pegando y eso la fue desgastando, a partir del tercer golpe comenzó a pensárselo más. Al final, 5 entradas válidas.

“Profesora” nº357, qué tan buen sabor de boca nos dejó en el concurso del Pilar 2023 enseñándonos la suerte del roscadero en su mayor expresión, fue la segunda de la tarde. La esperaban la cuadrilla de Ejea 1, capitaneada por Mariano Rajolas, histórico roscaderista cincovillés y que ayer anunció su retirada. Perfecto David Morella citando de salida y evitando que pegará de primeras en el cesto. La vaca fue con todo y la mitad de la cuadrilla terminó con las rodillas o el culo en la tierra, Morella volvió a estar impecable sacándola del cesto y pudieron recomponerse con facilidad. La vaca, que es brava, quería cesto, tanto es así que se volvía sin terminar de salir del círculo. En varios de los golpes se puso a calamochear contra el cesto, se enganchó, se desgastó, además, los animales tienen sus días, y aunque ella quería mimbre terminó pelín parada en los últimos cuarenta y cinco segundos. Al final, 7 entradas válidas, pero golpes fueron unos cuantos más.

Llegó el turnó de la cuadrilla local “Virgen de la Oliva”, capitaneada por Marcos Vidarte, para verse las caras con “Probechosa” nº114. Una pintura de vaca que salió a comerse el cesto, brava, con casta y repetidora. De nuevo, el citador muy bien de salida, en este caso Héctor Colás, que hizo un trabajo espectacular a lo largo de la tarde. Pero, con esta vaca pasaron varias cosas. En el primer golpe la vaca se empleó, 12 segundos pegando y desplazando a la cuadrilla, aguantaron muy bien, insisto en que la vaca era brava y repetidora porque, después de la tercera entrada, de la codicia que llevaba persiguiendo a Hector se fue de los cuartos traseros, cayendo al suelo y quedando mermada el resto de la actuación. La cuadrilla no tuvo compasión y la metieron 9 veces más al cesto trabajando mucho con dos citadores. La vaca era muy buena, vaca para ganar, pero no estuvo en plenas facultades la gran parte de la actuación. Al final, 12 entradas válidas y el público feliz.

En cuarto lugar llegó “Pobrechita” nº182 para ofrecernos los momentos más emocionantes de la tarde junto al capitán de la cuadrilla que le tocó en suerte. Jesús Sagaste, jovencísimo capitán de la cuadrilla Cinco Villas, demostró lo que es el compromiso, la casta, la raza, la valentía, la determinación y la vergüenza torera. Borja Pérez se llevó muy bien a la vaca a tablas de salida, pero Pobrechita había salido con una alegría y una fuerza extraordinaria, y cuando pegó lo hizo como un tren de mercancías. La cuadrilla primero voló, luego se fue el suelo, la vaca se enceló con el cesto en suelo, pero, uno de sus miembros, su capitán, dijo “aquí estoy yo”, no soltó el palo en ningún momento. La vaca que no quería soltar el roscadero, se lo llevo puesto, de gorro, y también a Jesús, que fue donde ella quiso ir aferrándose al cesto como si le fuera la vida en ello hasta que, con un giro de muñeca, pudo quitárselo y Pobrechita se fue hasta las tablas. En esos momentos lo lógico hubiera sido que la cuadrilla se hubiera rearmado, pero no fue así. Jesús al centro, Josué Mateo al palo izquierdo, pero un tercer miembro cuya posición era la trasera no quiso ponerse al palo derecho, dejándolo vacío. A pesar de eso, consiguieron parar de esta forma una segunda entrada con Jesús y Josué haciendo malabares. Borja les sacó muy bien a la vaca, entonces sí pudieron recolocarse, Josué pasó al palo derecho, y Jaresh al palo izquierdo, el cuarto miembro estaba desaparecido. Pero, de nada les sirvió recolocarse, Pobrechita volvió con todo, pegando con el pitón derecho y los derribó de nuevo, Jesús cayó de espaldas al suelo y perdió los palos, la vaca seguía arrastrando el roscadero, Josué no había soltado pero la vaca se fue con el cesto fuera de los círculos y la cuadrilla quedó eliminada después de haber puesto a la plaza en pie, tanto al público como al resto de cuadrillas, y haber aguantado semejantes embestidas de la vaca. Una vez Pobrechita estaba recogida en corrales, la plaza volvió a ponerse de pie para ovacionar y reconocer al hombre de tarde, Jesús Sagaste, el cual recibió los aplausos muy agradecido desde el tercio. Olé tú. Olé tu raza torera.

Después de esta emoción, llegó el turno de “Cucharera” nº348 que se enfrentó a Los Furtivos, capitaneada por Iván Salvador. Muy bien el citador de salida, después la vaca pegó alegre y con ganas poniendo al volar al palo izquierdo. 20 segundos estuvo pegando en esa primera entrada, desgastándose. 40 segundos duró la segunda entrada, donde la vaca entró dos veces al roscadero, le gustaba el mimbre, la fuerza del animal fue a menos y las siguientes entradas fueron más asequibles. A pesar de eso en cada entrada la vaca estaba mucho tiempo en el circulo central. Al final, 7 entradas válidas.

A continuación llegó la cuadrilla de Ebro – Jalón, capitaneada por Adrián Pastor para hacer frente a la nº259 de nombre “Camarita”. En el primer golpe la vaca calamocheó mucho, pero se empleó menos que sus hermanas. Y así fue el resto de actuación, la vaca entraba al circulo, pegaba y se iba. Después de la séptima entrada, la vaca arrolló al citador, que se fue al suelo en la cara de la vaca, la vaca hizo por él, pero Alberto Álvarez, que estaba de director de lidia, estuvo perfecto al quite, dejando el percance en un susto. Mientras la cuadrilla había salido voluntariamente del circulo central para socorrer a su compañero. Así que, aunque después continuaron con la actuación, las normas estipulan que las entradas dejaron de contar en el momento en el que decidieron salir. Al final, 7 entradas válidas.

En séptimo lugar llegó el turno de la cuadrilla de Luna para enfrentarse a Polvorina nº340, una preciosa vaca veleta que tuvo muy mala suerte. Polvorina salió con todo, pego fuerte en el roscadero haciendo que los miembros de la cuadrilla acabasen en el suelo, aunque sin perder en ningún momento el cesto. Salió pronto de ese primer golpe, pero lo hizo sin el pitón izquierdo. La cuadrilla tomó, acertadamente, la decisión de retirarse. Decisión que les engrandece, eso se llama respeto. El jurado les otorgó dos entradas válidas, pues cuando iban a salir la vaca fue hacia ellos y la tuvieron que parar una segunda vez antes de retirarse.

Llegó el turno de la actuación completa de la tarde. Al Frente Colono le había tocado en suerte “Gallega” nº350, preciosa vaca a la que una temporada más le ha sentado de lujo. Salió con todo sin hacer mucho caso a Aitor Genzor que estaba de citador, en el primer golpe puso a volar al palo izquierdo y la cuadrilla lo aguantó muy bien. En el segundo golpe vino la tensión y la épica, Gallega derribó a la cuadrilla, desarmándola, pero Andrés Casanova no se iba a dejar vencer tan fácilmente y desde el suelo se agarró al palo como si no hubiese un mañana recibiendo múltiples pisotones de la vaca. Gallega estaba encelada con el cesto, volviendo a por él una vez lo había dejado, Andrés seguía recibiendo pisotones mientras la vaca se cebaba con el cesto, tuvo que soltar, pero en esos momentos, Marcos ya había agarrado el cesto, así que en ningún momento estuvo el cesto sin agarre. A partir de ahí, la vaca había perdido fuerza, y, aunque calamocheaba en algunos golpes, fue más asequible para estos experimentados roscaderistas. Vaca brava y repetidora, una delicia de vaca con la que sumaron 14 entradas válidas.

“Luna”, nº265 llegó para imponer su ley y eliminar a la cuadrilla de Utebo – Monzalbarba a las primeras de cambio. De salida no hizo caso al citador, entró como un tren de mercancías al cesto y en menos de siete segundos la cuadrilla estaba desarmada y eliminada. Mucha fuerza, casta y bravura tenía esta 265.

A la cuadrilla de Pinsoro – Valareña, capitaneada por Javier Blasco, les tocó hacer frente a “Fusilera”, nº122. Perfecto Jesús Tanco, el citador, de salida, citando y recortando a la vaca. En el primer golpe la vaca pegó con el pitón izquierdo, de medio lado, y aunque les hizo andar mucho por el circulo central, no se empleó demasiado, aunque es cierto que calamocheaba y tenían que mover mucho el cesto, cosa que hicieron con maestría. Después siguió la misma tónica, no pegaba limpio, tampoco con mucha fuerza y resultaba incierta, pues cuando parecía que las fuerzas le iban a menos cogía y apretaba a Tanco en el cite. Fue la vaca más despistada de la tarde, parecía como se guardaba lo que llevaba dentro. La trabajaron muy bien y consiguieron 7 entradas válidas.

Y con esta actuación se puso el broche final a las actuaciones, después llegaron los premios, donde hubo para muchos. Cuatro cuadrillas quedaron empatadas en tercer lugar con 7 entradas, Ejea 1, Los Furtivos, Ebro-Jalón y Pinsoro-Valareña, en segunda posición con 12 entradas quedó la cuadrilla local “Virgen de la Oliva” y como vencedores con 14 entradas quedaron la cuadrilla del Frente Colono, quien dos de sus miembros quisieron regalar sus trofeos; Por un lado Andrés Casanova se lo entregó a Alejandro Jiménez, roscaderista que ha hecho con la cuadrilla parte de la temporada cubriendo una baja; por otro lado Eloy Montañes quiso entregarle su trofeo al hombre de la tarde, a Jesús Sagaste, volviendo a poner a la plaza en pie. Enhorabuena a todos y nos vemos en Pilares.