En el día de la Virgen de la Vega la plaza de toros más antigua de España acogía un interesante cartel puramente salmantino, y así respondieron los tendidos con un ambiente inmejorable llenando más de la mitad del marco incomparable que supone La Ancianita. La localidad de Béjar, así como su empresario, sí supo valorar a los matadores de toros de la tierra, toreros que tristemente el aficionado charro no puede ver en la feria salmantina por la poca afición de la empresa, y que deleitaron a todos los presentes en el día de hoy brindando una tarde de variedad y triunfo algo excesivo por parte de la presidencia.
Abrió el festejo un armónico toro negro al que recibió El Capea con solvencia a la verónica. A pies juntos desde el tercio, por bajo y con temple se sacó el salmantino al astado. A pesar de la poca fuerza del burel, pudo aprovechar la calidad en sus embestidas para hilar un trasteo por ambos pitones cómodo y asentado. Tiró por la vía efectista de manera inteligente a base de circulares y cercanías para terminar de calentar al tendido. Tras una estocada trasera y tendida cortó una oreja que decidió no pasear tras la petición del segundo trofeo no concedido por la presidencia con acierto.
Albahío de capa saltó entre el asombro «Lenguadito - 24» al que saludó Pedro Gutiérrez por verónicas muy lucidas, llenas de suavidad y temple. A medida que avanzó la lidia costó encontrar el entendimiento entre toro y torero acortando demasiado pronto la distancia con el animal. Perdió la prontitud y calidad que mostró en la capa e hizo pasar en algún momento un trago complicado a El Capea. Finalizó en los terrenos del toro de rodillas con suficiencia y exposición. Erró con los aceros, pero esta vez el presidente estuvo más generoso otorgando el doble trofeo.
«Ajumillo - 34» fue el segundo astado en saltar al ruedo bejarano al que recibió saliendóse hacia afuera Damián Castaño por verónicas con cadencia y buen manejo de muñecas. En el primer encuentro derribó al picador, para después huir de la pelea en el segundo. Con facilidad comenzó con la franela hacia más allá de la raya del tercio por derecho. Tras un par de tandas faltas de ajuste, no fue hasta la tercera tanda por derecho cuando encontró el sitio el salmantino recetando una serie llena de pureza y relajo que levantó los primeros olés de la faena. Se entregó y ligó con mano baja aprovechando la repetición del burel, mientras que al natural tuvo que tirar de valor y arrojo para extraer algún muletazo de mayor calidad. Tras unas ajustadas manoletinas emborronó todo con la espada.
De cara más anovillada salió «Cuiñapo - 27» al que Damián saludó con mucha disposición y entrega por verónicas ante un enrazado astado. Galleó por chicuelinas al paso hasta el picador para después comenzar sin probaturas el trasteo de muleta en los medios por derecho. Tras una primera tanda, consiguió a base de mano baja y profundidad corregir el constante e incómodo cabeceo de su oponente para hilar un par de tandas por derecho con gusto y encaje. Pronto se sintió podido el de Villares de Yeltes haciendo que fuera el matador quien tuviera que poner más de su parte por ambos pitones con valor y casta. Faena medida y media estocada que le concedieron el doble trofeo.
A la verónica saludó Manuel Diosleguarde a «Tucán - 9 » al que logró estructurar un trasteo con inteligencia y firmeza. Tras un buen par de Fernando Sánchez, inició por doblones desde el tercio buscando imponer su mando ante la desclasada embestida de su oponente. Aprovechó por ambos pitones las escasas embestidas que le regaló el de “Las Tapias” para conjugar una faena en la que demostró la madurez que ostenta actualmente. Se metió entre pitones, enterró media estocada y dio muerte con un golpe de verduguillo. Oreja.
Con mayor presencia saltó al histórico ruedo bejarano «Ajunito - 32» como tercer albahío y último astado de la tarde al que recibió con solvencia Manuel. Tras un buen tercio de banderillas de Rubén Blázquez y Fernando Sánchez, comenzó de hinojos y molinetes de pie pegado al tercio de manera explosiva. Repetición y humillación fueron algunas de las virtudes del de Orive en las telas del charro que elaboró una faena por ambos pitones con mucha disposición, inteligencia y arrojo. Impuso su mando y poder cuando el animal se sintió más podido y firmó naturales de buen trazo. En cercanías mostró mucho valor donde los pies queman y enterró media estocada que le permitió cortar dos orejas. Vuelta al ruedo al burel.
Ficha del festejo:
Plaza de toros “La Ancianita” de Béjar (Salamanca). Lleno de "no hay billetes". Se lidiaron 6 toros de Orive, de presentación y juego desigual, de mayor calidad la segunda parte de la corrida. «Ajunito - 32», sexto de la tarde, fue premiado con la vuelta al ruedo.
El Capea (de grana y oro): oreja y dos orejas.
Damián Castaño (de chenel y oro): ovación y dos orejas.
Manuel Diosleguarde (de azul marino y oro): oreja y dos orejas.