Siempre se ha dicho que Salamanca es una, sino la que más, de las tierras taurinas por excelencia del panorama nacional gracias a su riqueza y amplia variedad ganadera que pastan en sus dehesas. Es por ello que tendría coherencia que su feria taurina fuera una de las más interesantes de la temporada ya que motivos y posibilidades tendrían para conseguirlo sobradamente y, sin embargo, es desde hace años uno de los seriales más monótonos y aburridos de todo el año. La presentación de la Feria de la Virgen de la Vega en Salamanca era hace tiempo motivo de interés y expectación en los aficionados salmantinos, tónica que ha cambiado por desgracia en los últimos años con la inclusión y repetición de combinaciones demasiado vistas que hace que cada año el coso charro pierda aun más afición.

El ciclo taurino volverá a repetir la fórmula de protagonizar la feria en varios fines de semana, sacándolos incluso fuera de las fechas que suelen ser las habituales. Un serial que apenas contará con presencia de toreros de la tierra y es que, una vez más, La Glorieta verá como no se le da siquiera la oportunidad de hacer el paseíllo en su tierra a varios toreros como Damián Castaño o Manuel Diosleguarde, que durante la temporada se han ganado el derecho de poder disfrutar de un hueco ante sus paisanos.

Por otro lado, sí alegra ver que la empresa sigue apostando por la novillada con picadores con un cartel más o menos variado y atractivo en el que esperemos este año sí acuda la gente con mayor afluencia.

La corrida “concurso” siempre fue en su época uno de los carteles de mayor interés del serial, pero con la presentación del cartel se ha convertido en una de las grandes decepciones. La repetición de varias ganaderías con el mismo encaste o incluso que ya de por sí lidian una corrida completa ha defraudado con creces, ya que es una autentica pena que se prive al aficionado de poder disfrutar de la amplia variedad de ganadera del campo charro.

De lo positivo del cartel uno solo puede quedarse con la inclusión entre dos figuras de Ismael Martín (tras el rechazo de Juan Ortega a la empresa) como único torero salmantino presente en las corridas de toros, quien tras tomar la alternativa este pasado mes de junio es una de las grandes esperanzas del toreo charro.

Del resto, una feria sin más, con precios que casi seguro se mantendrán al alza y que harán que la gente tan sólo pueda acudir a algún cartel de figuras diseñado con mayor atractivo para que el público festivo disfrute del jolgorio de una plaza sumida en mayor decadencia año tras año.

Por su historia, Salamanca debería ser uno de los bastiones principales de la temporada nacional, pero con la situación actual muchos son ya los aficionados que se han resignado a creer que La Glorieta sea una plaza capaz de revivir y recuperar su afición.