Los toros de la ganadería lodosana de Pincha, que serán lidiados en la corrida de esta tarde por los diestros Emilio Serna, Javier Antón y José Antonio Valencia, han sido los encargados de protagonizar el cuarto encierro de las fiestas de Tafalla. Un encierro rápido, vibrante y muy bonito donde los mozos han podido gustarse. Pero, vayamos por partes.
9 de la mañana, los mozos esperando a porta gayola, cohete al cielo tafallés, puerta abierta y tras varios segundos de indecisión los bueyes han decidido iniciar la carrera y la torada ha pisado el asfalto. A pesar de que han sido los bueyes los que han decidido salir primero y de que han comenzado liderando la carrera, a los pocos metros uno de los bureles les ha adelantado de una forma muy espectacular, pues iba metiendo la cabeza hacia el lado derecho, lanzando embestidas al aire.
La manada, aunque junta, iba muy abierta, permitiendo a los mozos correr en las astas desde esta primera calle. Cierto es, que no era nada fácil, pues los toros metían mucho la cara, ha sido vibrante y emocionante, muy bien corridos y muy bien aguantados. En la Curva de la Farola, ese primer burel ha resbalado, los bueyes le han vuelto a adelantar, y a partir de ese momento los mansos han comenzado a ir por la izquierda y los toros por la derecha en fila india.
Pero ha durado poco, enseguida uno de los morlacos, que parece que tenía prisa por llegar, ha metido la directa, les ha metido una buena distancia a sus hermanos y la calle ha vibrado con él. Al principio los mozos se apartaban, pero después varios mozos con mucha decisión, piernas y corazón le han aguantado en carreras preciosas durante toda la Avenida Sangüesa, carreras con mérito, pues el toro llevaba pólvora cuando miraba.
Por detrás le seguía otro toro, y misma operación, varios mozos le han realizado unas carreras fantásticas, largas, con mérito. Emocionante. Por detrás ya venía la manada principal, con un buey mandando y un morlaco a cada lado, que también ha sido aprovechado. Fantásticas carreras. Hoy, los espectadores de dicha Avenida han podido disfrutar mucho por la casta que le han echado los mozos a las miradas de estos toros tan veloces.
Muy bien corrida también la curva de Estación, muy bonita, aquí ha venido el herido del día, un joven tafallés que ha caído y se ha luxado la rodilla. La composición de la manada ha seguido igual durante toda la recta de la Estación, pero más abierta y con esos dos toros por delante muy aventajados entre ellos y con el resto. Así que, de nuevo, hemos contemplado una sucesión de maravillosas carreras, emocionantes y buenas; y lo que es mejor, por parte de muchos mozos.
Precioso paso del primer toro por el peculiar callejón de esta coqueta plaza de toros de Tafalla, y susto al pisar el albero, un mozo ha sido volteado por el astado, afortunadamente se ha quedado en susto. El resto de los astados han ido pasando por el callejón sin sobresalto alguno. Por cierto, un buey se ha quedado muy rezagado y ha entrado tiempo después que el resto de los animales.
De esta forma ha concluido este vibrante encierro donde los amantes de las buenas carreras hemos estado de enhorabuena, porque se han visto muchas, preciosas y emocionantes. Mañana más. Suerte.