El segundo capítulo de la saga de encierros de Tudela no ha tenido nada que ver con el primero. Hoy se ha podido disfrutar a placer con seis toros por delante y sin heridos de importancia, pero antes de eso aclaremos cosas del primer capítulo.

Ayer os contaba que se produjo el primer herido por asta de toro. Pues bien, a pesar de que intenté ofrecerles la información más exacta posible, hubo un error. El primer parte de heridos nos llevó a la confusión a los medios. Atribuí el herido por asta a un mozo al cual le cayó uno de los morlacos encima, este mozo, de Villava, sufrió un grave traumatismo, y fue el herido más grave del encierro, pero no fue el corneado. La cornada, interna en el glúteo, la recibió un mozo de Falces que fue dado de alta ayer mismo.

Aclarado esto, pasemos al encierro de hoy. Puntual, como debe ser, subía el cohete al cielo y la manada saltaba a las calles, preciosa salida, precioso comienzo del encierro con dos toros bastante sueltos adelantados del resto, y por detrás el grupo principal liderado por toros bien. Emocionante y realmente bonito. Ya en el primer contacto con los corredores hemos podido empezar a disfrutar de bellas carreras, espectacular.

A partir de Caritat los seis toros se han medio agrupado por delante, un buey les seguía de cerca y el resto desaparecidos, le voy a pedir a los Reyes Magos a estos bueyes para Pamplona. Con esta situación y con un ritmo bastante asequible los corredores han disfrutado a placer, tanto en Caritat como en Almajares, donde hoy en la curva de ambas calles no ha habido ningún incidente, ni han rozado el vallado y eso que aquí no hay antideslizante, pero tampoco toros entrenados.

Así pues en Almajares la torada iba dividida en dos, pero muy de cerca, posibilitando a corredores correr por delante e incluso meterse ahí en medio de la manada. Precioso, muy buenas carreras. En la curva con la Avenida Zaragoza hoy tampoco ha habido problemas, el bajón de participantes se ha notado y los corredores han tomado perfectamente la curva, los toros también. Así que de nuevo, baile de carreras en toda la avenida Zaragoza; carreras bonitas y con distancia.

Al llegar a la última curva, antes de la bajada al callejón, varios mozos se han tropezado entre ellos y han caído delante de la manada, afortunadamente sin consecuencias. Preciosa imagen de los seis toros tomando la curva y bajando hacia la plaza, donde han entrado sin mayor problema.

Encierro precioso que nos han regalado los astados muy bien presentados de Arguedas. Mañana más. Suerte a todos.