Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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'Tomás Rufo, triunfo de poder y mando en Valencia'
Foto: Prensa Tomás Rufo
Crónica feria de Fallas

'Tomás Rufo, triunfo de poder y mando en Valencia'

Noelia Crespo

Llegó la corrida de Jandilla a Valencia remendada con un par de toros de El Parralejo que terminaron por desarrollar un juego dispar en las telas de los tres diestros. Con retraso comenzó un festejo en el que abrió la puerta grande Tomás Rufo tras cuajar una tarde en la que se volvió a vislumbrar retazos de su concepto poderoso que hace un par de temporadas enamoró a los aficionados de todas las plazas. Ojalá este sea el inicio de una campaña en la que podamos volver a disfrutar de la mejor versión del toledano. Por su parte, Roca Rey no tuvo la suerte ni la materia para volver a deleitar a todos los presentes como en el día anterior y a José María Manzanares hace varias temporadas que su imagen hace que poca gente le tenga esperanzas.

Con el hierro de El Parralejo saltó al ruedo «Laminado - 59» como primer toro de la tarde con presencia y seriedad al que recibió con solvencia el director de lidia, José María Manzanares, en la primera de sus comparecencias en la Feria de Fallas. Con una embestida más espesa e incierta en los inicios, buscó el alicantino a medida que avanzaba la faena irse acoplando a base de firmeza, algo que apenas logró a lo largo de un trasteo en el que no llegó nunca a apostar ni ajustarse. Alternó ambos pitones, acompañando la embestida sin torear y sin aprovechar el buen pitón izquierdo de un exigente burel que mostró por ahí mayor movilidad y calidad. Una tanda final por derecho en redondo aprovechando la inercia del viaje del astado logró ser la de mayor rotundidad y calado en los tendidos. La certera y efectiva estocada le otorgó el primer trofeo de la tarde.

El cuarto de nombre «Timonel - 70» protagonizó unos primeros tercios muy discretos antes de encontrarse a solas con las telas del de Alicante que elaboró una labor en la que volvió a mostrar nuevamente una pobre imagen del torero que es actualmente. El astado tuvo más virtudes de las que el diestro quiso enseñar embistiendo con movilidad, fijeza y transmisión, cualidades más que suficientes que debería haber aprovechado Manzanares para elaborar un trasteo de mayor calibre. Buscó con disposición plantear la misma faena de todas sus tardes, sin estructura ni acople que finalizó con una estocada defectuosa, pero efectiva. A día de hoy, tristemente sigue siendo un torero que pasa sin pena ni gloria por las plazas.

Con el público aun comentando la exitosa y rotunda tarde de puerta grande que protagonizó Andrés Roca Rey en el día anterior, se volvieron a llenar los tendidos del coso de la calle Xátiva con la expectación por las nubes. Con facilidad a pies juntos saludó el peruano a «Precursor - 31», un toro armónico que prometía, pero que terminó por venirse abajo demasiado pronto en las telas del de Lima. Tras un buen tercio de banderillas con Viruta a los palos y Antonio Chacón con la brega, comenzó templado en unas primeras tandas de tanteo y acople en las que el toro se apagó y desfondo demasiado pronto en detrimento del respetable. El aburrimiento del Jandilla y la nula emoción del trasteo llevó con acierto a acortar la faena que culminó con una estocada desprendida y varios golpes de verduguillo.

A la verónica con soltura y cadencia se estiró el peruano con el capote aprovechando la inercia y brío de «Bético - 54», el segundo astado de la tarde con el hierro de El Parralejo. Los primeros paraguas comenzaron a abrirse en los primeros tercios de la lidia de este quinto con el que destacó Antonio Chacón con los palos y en los que se empezaron a vislumbrar algunas interesantes cualidades del astado. En los medios y pasándoselo por la espalda comenzó Roca Rey una labor en la que buscó rápidamente atraer la atención del público y conectar con entrega con los tendidos. El de Zufre tuvo nobleza, prontitud y recorrido en la franela del peruano, pero no bastó para hilar una faena en la que se mostró firme, templado, pero faltó emoción y toreo. En las postrimerías del trasteo se metió en los terrenos del toro, acortó las distancias y se dejó llegar los pitones a la taleguilla expresando una facilidad ya por todos conocida. La oreja fue un premio más que justo tras una gran estocada y honor a la presidencia que aguantó la bronca injustificada de un público con mayor afán de triunfalismo que de afición.

Protestado tímidamente salió «Macarra - 91», un astado sin trapío ni presencia impropio para una corrida de toros en una supuesta plaza de primera categoría como Valencia. Saludaron Sergio Blasco y Fernando Sánchez tras cuajar un buen tercio de banderillas. Inició Tomás Rufo de hinojos en los mismos medios toreando en redondo con explosividad y exigencia que pronto conectó y jalearon los tendidos. El castellano manchego estructuró una faena en la que se mostró firme y asentado por ambas manos, entendiendo distancias y alturas, pero en el que faltó quizás un punto de mayor ajuste que terminara de emocionar. El pupilo de Borja Domecq desarrolló nobleza, fijeza y fondo en las telas del talaverano que cuajó los mejores muletazos al natural en pasajes de largo trazo, temple y rotundidad. El trasteo tuvo una virtud en la medida escogida y remató con una estocada entera que le permitió cortar una oreja.

Con media puerta grande abierta se marchó con decisión el toledano a la puerta de toriles para recibir al último astado de la tarde de nombre «Repipi - 76» al que siguió con una larga cambiada en el tercio y un solvente y arrebatado saludo con el capote. Muleta en mano y entre las dos rayas del tercio, inició corriendole la mano por genuflexos con temple buscando afianzar y meter la embestida en las telas. Ante la exigencia del último de Jandilla logró imprimir e imponer su mando y poder Tomás Rufo cuajando una faena por el pitón derecho en el que consiguió ligar series largas con mucha transmisión en los tendidos. Los mejores muletazos llegaron cuando le apretó el diestro en una faena en la que se mostró firme y con oficio. Cortó otra oreja tras una media y baja estocada que le permitió salir a hombros del ruedo valenciano.

Ficha del festejo:

Plaza de toros de Valencia. Lleno de “No hay billetes”. Feria de Fallas. Cuatro toros de Jandilla y dos toros de El Parralejo (1º y 5º), de presentación desigual y juego dispar.

José María Manzanares (de azul cobalto y oro): oreja y ovación tras petición.

Roca Rey (de verde botella y oro): silencio y oreja con petición de la segunda.

Tomás Rufo (de corinto y oro): oreja con petición de la segunda y oreja.

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