Con el mundo del toro mirando a Sevilla con la vuelta a la Real Maestranza de Caballería del genio de La Puebla, como si del mismísimo Resucitado se tratara, en Madrid se ha lidiado una más que interesante corrida de Palha. Con dos grandes toros que rezumaron casta por doquier (1° y 5°) y otro que no lo pudimos ver o no nos dejaron ver (4°), que también tuvo su casta.

Rafael Rubio “Rafaelillo” metió al primero de la tarde tres veces al caballo. Fue pronto y empujó abajo en el peto. El varilarguero lo cogió trasero en los tres encuentros y masacrándolo. El toro tuvo casta y clase. Humilló por ambos pitones y Rafael no se entendió con él. Tampoco se hizo con el encastado cuarto el murciano. Encastado pese a masacrarlo en el caballo al igual que el primero.

Salió suelto y manseando en los primeros tercios el segundo Palha. Juan Leal lo puso dos veces al caballo. No tuvo mucha fuerza aunque tuvo nobleza (sin maldad). El francés con su tauromaquia jugándosela en cada pase sin mando ninguno jugando a que pase el toro. Atropelló la razón al final de faena. Juan Leal recibió a porta gayola con apuros al quinto que se le frenó y que tuvo buena pelea en el peto. Tuvo emoción la faena por toro y torero. Mucha casta sacó el discípulo de Joao Folque. El francés estuvo bien, en su estilo, con él.

Aburrió Fco de Manuel con el soso tercero. Abrevió con el sexto.