Cinco bellezas de toros como cinco pinturas de la ganadería Sobral, que serán lidiados esta tarde, han sido los protagonistas de un emocionante y peligroso sexto y último encierro del ciclo de Tafalla, dejando a su paso un herido por asta de toro en el muslo y cuatro atendidos por diversos golpes. El motivo por el cual sólo cinco de estas preciosidades han realizado el encierro, en lugar de los seis habituales, es porque el sexto no quiso salir de los corrales anoche en el encierrillo.
Con puntualidad inglesa y taurina subía el último cohete al cielo en esta última mañana y se abrían por última vez este año las puertas de los corrales para que saltaran los toros a las calles tafallesas. Se da una circunstancia en este encierro curiosa, difícil de ver en otros sitios e imposible de darse en Pamplona: algunos mozos reciben a los astados en la mismísima puerta, practicando como una especie de “porta gayola” en el encierro. De esta manera ha comenzado la carrera está mañana y dichos mozos han esperado en la puerta, pero desde el minuto ha comenzado el picante, los morlacos han puesto a bailar a los corredores desde el comienzo. Salían dos bueyes por delante, pero la torada se ha abierto en ese mismo momento y un precioso sardo se ha cruzado completamente a la izquierda, se ha subido a la acera y la ha barrido de corredores durante muchos metros, mientras el otro sardo iba metiendo la cabeza a la derecha haciendo lo propio. A su vez, varios mozos aprovechaban y se metían por el centro de la calle ejecutando buenas carreras. Precioso y emocionante.
Antes de llegar a la curva de la Farola al toro negro le ha poseído el espíritu de Usain Bolt, ha acelerado sacando muchos metros de distancia a sus hermanos, ni siquiera ha resbalado ni ha chocado en la curva, la ha cogido por el centro de la calle con una velocidad y una limpieza extraordinarias, pero también ha despejado la zona, ya que los corredores tenían que apartarse ante semejante tren de alta velocidad. Los dos sardos y el castaño, acompañados por dos bueyes, han cogido la curva por el mismo sitio con mucha limpieza también, mientras que el ensabanado que iba cerrando se ha abierto por el exterior y se ha ido contra el vallado poniendo en apuros a un mozo.
De esta forma han comenzado la Avenida de Sangüesa, toro negro por delante, como una bala y cada vez más distanciado de sus hermanos, los dos sardos y el castaño siguiéndole junto a los bueyes -los cuales al poco han perdido velocidad y se han quedado solos-, y por detrás, con mucha distancia, el ensabanado. Preciosa y emocionante situación. El toro negro volaba, pero no de cualquier forma, volaba mientras lanzaba miraditas, metía la cara y medía a los mozos. Algunos jóvenes le han podido aguantar unos meritorios pocos metros para tener que apartarse rápido y esperar al resto de toros, era muy complicado meterse con él, así que sombrerazo y aplauso para los que lo han conseguido aunque fuera durante muy poquito tiempo, algunos directamente lo dejaban pasar viendo la misión tan difícil que era.
El otro día decía que me sorprendía la de huecos que había en la Avenida Sangüesa para correr sin que los aprovechase nadie, hoy sí han aprovechado y con los dos sardos y el castaño hemos disfrutado de elegantes carreras, con distancia, preciosas.
Y así han ido llegando a la curva de Estación, donde hoy no ha caído ningún toro y los mozos nos han vuelto a hacer disfrutar, carreras espectaculares y bellas tanto con el primer toro como con los tres siguientes, realmente bonito de ver. El primero venía muy pegado al vallado de izquierda y ha sido muy emocionante ver cómo le aguantaban carreras con un meritazo tremendo. Faltaba de llegar a la última recta el toro ensabanado, el cual también la ha enfilado pegado al vallado izquierdo. Un joven de 21 años de Zizur ha tenido la mala suerte de caer en la cara del toro, y el morlaco no ha perdonado, ha metido la cabeza en carrera, metiendo los dos pitones hacia abajo y le ha infligido una seria cornada en el muslo. Desde aquí le deseamos una pronta y buena recuperación.
El paso por el peculiar y peligroso callejón tafallés ha sido más tranquilo que ayer, en realidad, ha sido precioso, donde corredores veteranos con mucha experiencia han entrado con los toros en la espalda y de esa forma han pisado el albero. Muy bonito.
Y así, le hemos puesto el broche final a los encierros de Tafalla 2023. Al año que viene, más. Desear desde aquí que todos los heridos se recuperen pronto y bien, fuerza y ánimo para todos.