La ganadería de Sonia González –propiedad del célebre torero albaceteño y figura de los años 70 y 80, Dámaso González– lidiará una corrida de toros en la próxima Feria de San Julián, en lo que supondrá su debut como ganadero en el coso conquense. Según publica nuestro director Leo Cortijo en La Tribuna de Cuenca en su edición impresa de hoy, el empresario Maximino Pérez ha reseñado un encierro de esta joven divisa, de encaste Domecq. La ganadería, que recibe el nombre de una de las hijas del torero, fue creada en el año 1997 con vacas y sementales procedentes de El Torero y de Las Ramblas.
Por otro lado, en la misma información se publica además que las vacadas de Montalvo y de José Vázquez también estarán presentes en el ciclo sanjulianero con sendas corridas de toros. En el caso del hierro salmantino supondría su regreso después de muchos años, pues según ha confirmado su representante en La Tribuna, Juan Ignacio Pérez-Tabernero, esta casa ganadera ya lidió en Cuenca en un festejo en el que destacó Niño de la Capea.
Por su parte, el hierro de José Vázquez sí que ha sido un asiduo en las ferias organizadas por Maximino Pérez, pues desde que éste es empresario del coso conquense ha estado presente en cinco ocasiones, por lo que la de este año sería la sexta ocasión. El ganadero madrileño se estrenó en 2007, en una corrida que estoquearon Enrique Ponce, El Fandi y Sebastián Castella. Dos años después hicieron lo propio Morante de la Puebla, Miguel Ángel Perera y Cayetano; y otros dos después, en 2011, El Cordobés, César Jiménez y Daniel Luque. De ese día destaca el indulto de Carcelero, a manos del torero de Gerena.
Tras ello, lidió en los dos años siguientes, y así, en 2012 las figuras Morante, Manzanares y Talavante dieron cuenta de ella; mientras que al año siguiente fue estoqueada por El Pana, El Cordobés y Juan José Padilla. El año pasado, aunque José Vázquez no lidió una corrida completa, sí tuvo gran importancia en la Feria de San Julián gracias a dos sobreros. El primero fue Expresivo, que en la tarde del 23 de agosto fue regalado por el diestro sevillano Manuel Escribano, que entró en la feria sustituyendo a Jiménez Fortes. El segundo fue Harinero, al que dos días después López Simón –que también entró vía sustitución, en este caso por Francisco Rivera Paquirri– desorejó para firmar una de las actuaciones más destacadas de la pasada Feria de San Julián.