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Daniel Azcona: Dejé de correr porque los Miura quisieron dejar a Pamplona sin torilero
Daniel Azcona, torilero de la plaza de Pamplona.

Daniel Azcona: "Dejé de correr porque los Miura quisieron dejar a Pamplona sin torilero"

Cristina P. Blasco | Pamplona

Daniel Azcona 'Cebadita', lleva 25 años abriéndole la puerta de los sueños y los miedos a los toreros en Pamplona. Custodia la llave del portón por el que entran los toros por la mañana y salen por la tarde. Gran aficionado al toro y al mundo del toro, dejó de correr encierros en su Pamplona porque los Miuras de 2003 querían dejar la plaza sin torilero y le mandaron por la mañana en el encierro al hospital. Gran amigo de sus amigos, si no existiese habría que inventarlo. Genio y figura.

¿Por qué te llaman o te llamamos “Cebadita?

Principalmente por la amistad que me une con la familia Cebada Gago, es como si fuera mi segunda casa.

Tú antes corrías el encierro, ¿por qué dejaste de correr?

Porque los Miuras dijeron “dejamos la plaza sin torilero”. Precisamente ayer hizo 20 años de aquello, dejar la plaza un par de días sin torilero.

¿Compensa tanto ser torilero como para dejar de correr el encierro?

No es que compense porque pasas mucha envidia, y más siendo una persona que corre encierros un día sí y otro también. No volver a hacerlo en Pamplona, en la NBA, pues pasas mucha envidia. Lo suplo estando en un sitio privilegiado de la plaza de toros de Pamplona, no sólo estar en la puerta de toriles sino también el privilegio de poder salir al ruedo delante de 20.000 personas, tener tus momentos de gloria y a la vez estar muy cerca del toro, toreros, gente del mundo del toro. Quieras o no siempre tienes unos segunditos de protagonismo.

¿Qué se siente cuando están todas las cámaras enfocándote y toda la plaza mirándote?

Al principio cuesta un poquito, pero luego ya como tienes muchas tablas… Te gusta. Me gusta, me gusta, me gusta.

¿Qué toro es el que más te ha impresionado al salir de toriles en Pamplona?

Capuchino, el toro de Jandilla que mató a Daniel Jimeno por lo emotivo que fue. Yo era amigo de su padre y un percance de ese tipo… Me acuerdo que a la hora de salir el toro, le pedí permiso al torero para abrir el portón y luego al cielo. Luego le pegué un pase de pecho con la llave que me quedé…

¿Cómo has visto la feria del Toro de este año?

Ha ido un poquito hacia arriba, empezó flojita flojita, pero hemos tenido, vamos a decir, tres buenas corridas de toros: Fuente Ymbro, Jandilla y Victoriano del Río. Ayer hubo una vuelta al ruedo a un toro que podían haber sido dos. Empezó flojita con La Palmosilla y Escolar, subió un poquito con los “Cebaítas”, no mucho, vamos a decirlo, no mucho, pero luego fue hacia arriba. Y hoy mis queridos Miuras, a ver qué hacen. Igual hay alguna sorpresa.

¿Qué torero te ha impresionado más en la plaza de toros de Pamplona?

Padilla, sin duda.

¿Por qué?

Tengo la suerte de conocerlo desde que era un niño, yo lo he visto en la tapia y a lo largo de los años ha sido un asiduo de Pamplona. Tenemos mucha amistad y hemos corrido el encierro juntos. Aquel encierro de Miura donde dejé la plaza de torilero lo corrí con él.

¿Qué tiene Pamplona de especial?

Todo. Lo tiene todo porque la esencia, el olor, el estar en el recorrido de Pamplona… esas calles son míticas ya, solamente su nombre ya suena a encierro: calle Estafeta, Mercaderes, Santo Domingo. Las pronuncias y a todo el mundo le viene la imagen de un toro en la calle. Hay encierros hermosísimos por toda España, pero Pamplona es la NBA, es incomparable. Además, acompañado de estas fiestas de San Fermín que la canción dice que son incomparables en el mundo entero. Todo el conjunto de Pamplona en San Fermín es la NBA.

¿Qué se siente cuando te brindan un toro en Pamplona?

¡Uff! Una emoción indescriptible, no por el hecho solamente del brindis que ya emociona cuando un torero viene y se cruza un ruedo entero para brindarte un toro, en este caso fueron sus palabras las que me emocionaron muchísimo.

¿Qué es el toro para ti?

Vida. Vida. Vida porque te hace sentir vivo aunque te pueda matar, puede sonar a contradicción, pero correr un encierro y ponerme delante de un toro me da vida. ¿Eso es lo que sientes cuando corres delante de un toro?

¿Más vivo?

Mucho más vivo.

Dice Xabi Mintegui en su libro Amanece en San Fermín que la vida es para vivirla como lo hace Cebadita, ¿cómo vive la vida Cebadita?

Es vivirla con intensidad. Tengo mi trabajo y tengo mi gran afición que son los toros; es mi afición, mis sueños, y porqué no decirlo, mi vida. Me levanto por la mañana, madrugo para hacerme 300 km y correr un encierro.

¿Así vive la vida Cebadita? ¿Exprimiéndola al máximo?

Quisiera hacerlo un poquito más porque me detienen unas cuantas cositas, pero sí.

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