Los toros de Sanchez y Sanchez han sido los encargados de poner el punto final a este exitoso e histórico ciclo de encierros invernales en San Sebastián de los Reyes con un precioso y picante encierro. La tónica del fin de semana ha sido la gran multitud de corredores que han pisado la manga, 2500 corredores en la calle y todos con ganas de correr.

El cohete subía al cielo con puntualidad inglesa, o mejor dicho, con puntualidad taurina. Se abría el portón y los toros tomaban la iniciativa saliendo por delante. Un buey les ha dicho, perdón, aquí mando yo, pero por poco rato, ya que en Real Vieja un toro ha metido la directa, adelantándose, barbeando y barriendo todo el lateral izquierdo, para cruzarse al derecho antes de llegar a Postas. Emocionante como subía cruzándose y metiendo la cara, al igual que sus hermanos que venían por detrás.

Al llegar a la curva de Real Vieja con Postas los toros se han ido contra el vallado ciego, chocando y frenando su carrera, momento en el que los bueyes han aprovechado para adelantar. La manada se ha estirado muchísimo en Postas, facilitando ya que los mozos pudiesen coger ese pitón que tan complicado fue ayer.

La curva de Postas con Real ha sido espectacular, como tantas veces. Corredores cruzándose y pillando sitio, toro resbalando y el picante servido en bandeja de plata por el lado izquierdo, donde hemos podido deleitarnos con una carrera espectacular, con la distancia adecuada, ajustada al vallado, con poca salida, pero realmente bella. A raíz de ahí y a lo largo de Real, los toros se han abierto, y el baile de carreras ha sido maravilloso. Donde muchos han disfrutado y han hecho disfrutar, también varias caídas, con pequeños montoncitos de mozos. Los toros miraban, miraban mucho y la carrera vibraba. En Estafeta se ha vivido el momento de más apuro de la mañana, donde un mozo se ha visto atrapado entre un buey y un morlaco, cayendo malamente al suelo. Y con estas la mañana ha entrado en la plaza muy suelta pero sin complicaciones en el callejón y en el albero.

En definitiva, muy buen encierro, el cual nos hubiera gustado ver con seis toros, tanta gente los merecía.