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Íñigo Etxaniz: El respeto al compañero es fundamental

Íñigo Etxaniz: "El respeto al compañero es fundamental"

Cristina P. Blasco

Iñigo Etxaniz es una leyenda viva y activa del Encierro de Pamplona. Un tipo único y diferente que lleva volando por Estafeta 35 años. Corredor potente y distinto ha realizado siempre carreras dignas de admirar y ver en bucle. Desconocido para mucha gente, nunca ha querido dar entrevistas, hoy nos habla del del encierro y sus circunstancias con sabiduría y experiencia, un privilegio para servidora poder escucharle y aprender tanto. Sin ningún tipo de duda, Iñigo es uno de esos pocos elegidos con talento natural para correr delante de los toros en la mística y encantadora Estafeta. Lean y disfruten.

¿Cuándo empezaste a correr el Encierro?

El 7 de julio de 1988, es decir, hace muchísimos años.

¿Corriste el encierro de Cebada del 88? Cuéntame.

Sí, lo corrí. Miedo importante, de hecho todos los encierros son de miedo pero cuando pasa eso… pasa que yo estaba aleccionado, en el sentido de que si había toro suelto al valladoY hubo muchos toros sueltos… Muchos, muchos toros por todos los lados.

No has sido nunca de correr toros sueltos, ¿verdad?

No, nunca, porque con toros sueltos el arte del recorte no lo domino.

Explícame cómo corre un corredor navarro.

Complicado, cada maestrillo tiene su librillo, pero la gente de Pamplona y de Tafalla somos más de correr y de Tafalla para abajo son más de recortar, no digo que no sepan correr, eh, pero a nosotros nos gusta más correr con toros en manada. No tenemos ese don del recorte, vaya, porque para mí es un don.

¿Cuál ha sido tu peor momento en la calle?

Ha habido un par, uno de ellos fue en el año 2002 con Dolores Aguirre. Le cogió a un amigo mío de Madrid, Victor Alves, íbamos corriendo los dos, uno por cada pitón, y nos encontramos un toro cruzado a la altura de la farmacia, con tan mala suerte que se dio la vuelta cuando veníamos corriendo. Él no se fijó, le pinchó y yo me pude salir, pero me caí, el toro me hizo hilo y me dio un par de revolcones.

Antes de empezar sanfermines, me dijiste que una de tus ganaderías favoritas para correr era Cebada Gago, cierto. Pero, ¿qué ha pasado este año con Cebada?

Pues este año, por hablar, (risas), que hay que estarse callado, el día de Cebada no pude correr bien y no sólo eso, me caí, alguien me debió dar un golpe en las costillas y ya no he podido correr más. No sé si llevo fisura o qué, fue un golpe bastante fuerte.

¿Qué tal fueron los dos primeros?

Tampoco fue bien. El primer día me dio un buey, el segundo sí que pude ponerme, pero no muchos metros y el tercero se fastidiaron los encierros.

¿Cómo ha cambiado el encierro de cuando empezaste a la actualidad?

Ha cambiado mucho, especialmente en el aspecto de las distancias. Cuando empecé se daba más distancia a los toros, casi todo el mundo corría con periódico y así medías la distancia con el toro, hay que echarle el periódico, eso es muy bonito y estético. Pero, aprendí de la forma de correr de mi hermano y él nunca corría con periódico, entonces nosotros, al no tener que girar y echarle el periódico al toro, reduces las distancias. Pero, lo de ahora es infumable, ahora no es que no hay distancia, es que la gente se monta en el toro.

¿Tú crees que eso es perderle el respeto al toro?

Sí y no disfrutarlo.

¿No disfrutar el encierro?

Ni el toro. Cuando corro es el disfrute tuyo, pero el disfrute tuyo con el toro, es un binomio. Darte la vuelta, ver el toro, la cabeza, claro, si vas montado no ves nada y no puedes disfrutar.

Tu referente siempre ha sido tu hermano, ¿no?

Sí, me lleva ocho años y digamos que él fue el que empezó en esto de acortar las distancias, empezó a correr sin periódico y se metía dentro de la manada.

¿Cómo se mete uno dentro de una manada?

Es complicado de explicar. Tú lo haces y es fácil.

¿Cómo uno es capaz de ver ese hueco?, Con la velocidad y violencia que lleva la carrera decir “ahí hay un hueco”, ¿cómo es posible?

Pienso que es un don porque no hay mucha gente que lo haga. La gente te pregunta “¿eso cómo se hace?” y creo que es un don porque tener más cojones que otro no lo considero, ver ese hueco y pensar “ahora me meto”.

¿Cómo estás viendo los encierros este año?

Es una continuación de lo que lleva pasando últimamente en los encierros. Mucha seguridad en el encierro, que está bien, pero echan el antideslizante por todo el ayuntamiento y se ha descafeinado un poco el encierro en el aspecto.

¿Has notado cambio en el toro que viene a Pamplona?

Sí.

¿A mejor o a peor?

Diferente. Es un toro ahora que no se fija tanto, antes cualquier toro que fueses tú fuera de la cabeza, de la línea, que fueses por un pitón, te bajaba la cabeza y te lanzaba derrotes. Ahora ya no pasa.

¿Qué significa el toro para ti?

Para mí es de los animales más bonitos, a mi me gusta el toro como animal. Entiendo a los detractores del tema de las corridas, pero también la gente tiene que tener en cuenta que si hubiese corridas no existiría el toro, porque nadie va a gastarse sus dineros para nada. Se acabaría el toro. Entonces es ser “egoísta” decir “yo no quiero que haya maltrato y me da igual que se extinga el toro”, entonces, a ti te da igual el toro porque el toro existe para esto, nadie va a tener un toro para nada.

¿Cómo engancha el encierro para que a tanta gente le cueste retirarse?

La adrenalina debe ser. El primer año que empecé iba a correr dos días, el 7 y el 14 de Miura porque se decía en aquella época “ que no hacen nada”. Pero, empecé el 7 y me enganchó tanto que ha sido una continuación. Quitando algún año puntual, me rompí la rodilla y no pude correr un par de años.

No vamos a hablar de la retirada, ¿verdad?

La estaba pensando para hacerlo ahora, a varios conocidos les había dicho que iba a ser éste el último año. Pero ha pasado lo de Cebada… Ha pasado lo de Cebada, me ha dejado mal regusto porque retirarme en el suelo no me gusta. Entonces, voy a ver cómo llego al año que viene.

Entonces, seguirás corriendo hasta que te salga un carrerón y dirás “venga, que me voy”. Ahí sería la cumbre.

Eso sería lo precioso, pero no hay que estirar el chicle tanto…

Hay corredores que los puedes ver algún tiempo brillar en algún sitio, en otro, pero, ¿cómo tantos años, tanto tiempo, siempre en la pomada? ¿Cómo se hace?

Es una muy buena pregunta porque hay mucha gente que empieza a correr, lo ves un año y despunta, y al año siguiente lo hace genial y de repente el tercero ya no le sale. Pienso que la suerte influye mucho. La suerte puede ser un día Tú buscas esa suerte, que venga un toro por tu lado, que no te caigas, que no se caiga alguien delante, hay muchas circunstancias alrededor, pero no sé el porqué no hay mucha gente que aguante tantos años, de mi época sí pero no sé el porqué. Seré cabezón. (Risas)

Siempre has corrido en el medio de Estafeta, ¿por qué ese tramo y no otro?

Me gusta lo oscuro de Estafeta, calle estrecha, paredes, el eco, tiene su encanto y misticismo.

¿Sólo has corrido en Pamplona?

No, pero en eso soy bastante único. He corrido sólo en Pamplona, el día 15 de agosto en Tafalla y fui tres años a San Sebastián de los Reyes, pero más por estar con los amigos que por correr. Soy corredor atípico de “sólo Pamplona”.

Para ti el encierro es algo más de San Fermín y tú eres un sanferminero, ¿no?

Eso es.

Entonces, ¿qué sígnifica San Fermín para ti?

Para mí San Fermín son los encierros. Ahora ya no tanto, pero cuando era joven el día que hacía un mal encierro ya estaba todo el día de mala leche y estaba esperando al día siguiente para quitarme el amargor, el regusto malo. Si te sale bien pareces una gallina hinchada de ¡qué a gusto me he quedado! Pero nunca has sido de presumir… No, no, de hecho nunca he hecho entrevistas.

¿Qué le dirías a alguien que quiera correr su primer encierro?

Que se informe lo primero, antes de meterte al encierro te tienes que informar. Si has visto encierros en la tele pues buscar un sitio, ir a esa zona y que tenga respeto por el toro y por el encierro.

¿Qué es respetar el encierro?

Hay unas normas no escritas, no citar al toro, intentar correr delante, no ir bebido, dormir… No molestar al que viene con toro… Eso es, antes se tenía más respeto. Antes, alguien que venía corriendo con el toro tú le esperabas y nos hacíamos el relevo, iba corriendo, veía a un amigo o conocido y ya me apartaba. Hoy no, hoy se pone uno delante, te ven y se paran, que dices “se ha parado y ha seguido la carrera”, pero no, te fastidia la tuya y él no sigue. Hay que tener respeto con el compañero, es fundamental.

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