Dos nombres propios fueron los protagonistas entre los seis novilleros de la gran final de la segunda edición del certamen de Kilómetro Cero. Tanto Álvaro Serrano como Julio Méndez pusieron en un aprieto al jurado, demostraron sus personales conceptos del toreo y encandilaron al público presente con dos faenas llenas de elegancia, torería y gusto. El de Navas del Rey disfrutó con un extraordinario eral de Flor de Jara premiado con la vuelta al ruedo, pero finalmente se impuso el alumno de la escuela de Badajoz que desde que comenzó la temporada está dando mucho que hablar en el escalafón sin caballos.

Tras dar una vuelta al ruedo en la primera semifinal, Álvaro Serrano pisó la arena de Vistalegre con la decisión y solvencia de quien está más que preparado para dar un paso más. Se estiró en el saludo capotero a la verónica con facilidad y personalidad para recibir a un bonito primer novillo de Flor de Jara de nombre «Borracho - 52». El novillero de Navas del Rey comenzó con suavidad una faena en la que por ambos pitones logró dibujar series de mucha profundidad, ligazón y empaque. En las telas del madrileño se pudieron ver las múltiples cualidades de un extraordinario novillo que mostró fijeza, repetición, humillación y clase. Lo entendió a la perfección Álvaro que supo correrle bien la mano en cada muletazo, hilando un compacto trasteo lleno de elegancia y temple que puso cara la final desde el primer momento. El fallo con las espadas no le impidió cortar la primera oreja de la tarde a un eral de pañuelo azul.

Con las hechuras inconfundibles del encaste saltó «Pirujito - 53», segundo novillo de Flor de Jara de la tarde. No se desplazó como su hermano en la capa de Pepe Burdiel dificultando el lucimiento del joven. El sevillano intentó estructurar voluntarioso con la franela una labor en la que le costó conectar con el tendido. Con mayores teclas, pegajoso e incertidumbre en la embestida, pero con un son templado, quedó la sensación en el ruedo de que la faena no llegó nunca a tomar vuelo ante la falta de entendimiento de novillo y novillero. Estocada contraria y desprendida.

«Morito - 3» fue el primer animal de José González en saltar al ruedo madrileño impidiendo que el valenciano pudiera demostrar sus virtudes con la capa. Con ganas de que los aficionados se quedarán con su nombre cogió los palos Simón Andreu para protagonizar un tercio de banderillas desigual. El trote andarín e incómodo del animal marcó una faena en la que los muletazos de mejor trazo llegaron con la mano derecha por donde logró hilar pases profundos y relajados, presentándole las telas por delante y sin quitársela del morro. Basó su trasteo por el pitón derecho mostrándose más asentado y rematando las tandas con pases de pecho de nota. Culminó con una estocada trasera y caída.

Llegó Julio Méndez a Vistalegre como uno de los destacados del certamen y como el único novillero en haber tocado pelo antes de la final. El novillero de la Escuela de Badajoz se estiró a la verónica con gusto, cadencia y personalidad demostrando nuevamente el buen concepto que ya se vislumbró en el día de ayer. Destacó Jesús Talaván en las banderillas que le colocó a «Mensajero - 2» de José González, un eral con mayor trapío y presencia que acabó sacando nobleza en la franela del extremeño a pesar de su falta de fuerzas. Comenzó templado y con empaque una compacta faena en la que entendió en todo momento la distancia, los tiempos y la altura que requería su oponente. Logró por ambos pitones dibujar muletazos de bello trazo, con temple y pulso en las muñecas, acariciando las embestidas con los vuelos, elegante, con gusto y rematandolos detrás de la cadera. Elaboró una faena con la que presentó su firme candidatura a llevarse el premio y en la que el único “pero” fue la excesiva duración. Enterró el acero y obtuvo una oreja con petición de la segunda.

Tras dejar una buena imagen en la primera semifinal, regresó Javier Cuartero a la plaza cubierta madrileña para saludar con facilidad y soltura por verónicas a «Costillero - 47» de Flor de Jara. En la muleta tuvo el alicantino una papeleta complicada de solventar ante un novillo incierto que se aburría en la salida de la embestida. No cesó en el intento y se mostró con disposición buscando componer la figura, pero la condición de su oponente dificultó que la faena tomara vuelo por la falta de ritmo en un trasteo que alargó en exceso.

Con expectativas por su anterior actuación en el certamen recibieron a Pedro Rufo en Vistalegre. Comenzó tanteando e intentando imponer su mando y poder ante las exigentes primeras embestidas de «Último - 4» de José González. El de Pepino no pudo lucirse en un trasteo en el que dejó algún detalle de su buen concepto, pero le faltó templarse y ajustarse fruto de su falta de bagaje ante la mansedumbre y escasa transmisión de su oponente. Se atascó con los aceros.

Ficha del festejo:

Palacio Vistalegre de Madrid. Final del Certamen de Kilómetro Cero. 1/3 de entrada. Reses de Flor de Jara (1º, 2º y 5º) y José González (3º, 4º y 6º): bien presentados en líneas generales. De juego dispar entre los que destacó el primer novillo de nombre «Borracho - 52» por su clase, humillación, fijeza y repetición que fue premiado con la vuelta al ruedo.

Álvaro Serrano (ET. de Navas del Rey): Oreja.

Pepe Burdiel (ET. José Cubero “Yiyo”): Ovación.

Simón Andreu (ET. Valencia): Ovación.

Julio Méndez (ET. Badajoz): Oreja tras aviso.

Javier Cuartero (ET. Alicante): Ovación tras dos avisos.

Pedro Rufo (E.T. Toledo): Ovación tras dos avisos.