La sombra de Quejoso Sólo la evocadora visión de José Marcuello y Jonathan Varea, criador y lidiador de 'Quejoso', indultado por el de Almassora en esta plaza hace 10 años, juntos en el tendido nos salvó del aburrimiento. La efeméride del primer y único indulto de la larga historia del coso de Pignatelli no fue suficiente para ver a la divisa de Los Maños de vuelta en casa, tampoco para hacerlo con nombres tan ilusionantes de la novillería aragonesa como Aarón Palacio o El Mene. Así las cosas, el baile de corrales de rigor acabó con un encierro completo de La Machamona que iba a lidiar tres por otros tres de Raso de Portillo, rechazados por vaya usted a saber. Los santacolomas de la familia Quintas fueron una escalera donde el denominador común fue la falta de raza. Tampoco el sobrero de Hermanas Azcona, que por hechuras bien podría haber sido de Reta, vino a salvar la tarde, un horripilante tedio de tres horas exactas de duración.
Valentín Hoyos sorteó los dos novillos más serios del encierro madrileño. En su primero, ovacionado de salida, un gran tercio de varas de Alberto Sandoval y la precisa lidia de Juan José Domínguez le pusieron todo a favor a Cristalino que embistió con buen son por ambos pitones en un trasteo aseado pero en el que el animal pareció acusar el abuso de la corta distancia. Frente al cuarto, que saltó al callejón cuando aún no se había apagado la ovación que recibió de salida, poco pudo hacer el novillero salmantino ante la desrazada condición del utrero, que salió siempre con la cara por las nubes.
Miguel Andrades brindó entre sonoras protestas al empresario la faena a su primer oponente. Tras banderillear absolutamente atropellado el novillero jerezano dejó una faena de muleta a la altura del brindis. Al quinto, además de la de la portagayola, le esperaban hasta cuatro largas cambiadas de rodillas más. Tras un segundo tercio a topacarnero protagonizada por el matador otra faena bullanguera jaleada incomprensiblemente por los escasos tendidos en una tarde supuestamente para aficionados. El navajazo delantero tiró a tierra al novillo y José Antonio Ezquerra decidió que el palco se unía a la fiesta concediendo una oreja sonrojante tras una labor donde terrenos y distancias fueron elegidos por el azar y por el cornupeta, que siempre tuvo a merced al gaditano.
Bruno Aloi apuntó maneras interesantes aunque sólo fueron eso, destellos. La labor a su primero no cogió vuelo tras una primera serie por la mano derecha que no encontró la réplica con la zurda, mano con la que además faltaron ajuste y mejor colocación en los cites. Ante el sexto, un sobrero de Hermanas Azcona que sustituyó al inválido y burriciego titular, coqueteó con los tres avisos en una faena de larguísimo metraje y escaso bagaje artístico, que ni los cambiados de rodillas por la espalda de inicio levantaron los ánimos de una tarde que para entonces pesaba ya como una losa. Cuando caía el sexto José Marcuello y Jonathan Varea, como toda la plaza, resoplaban tras tres horas eternas y soporíferas de festejo. La sombra de 'Quejoso' es alargada.
Ficha del festejo:
Plaza de la Misericordia de Zaragoza. 7 de octubre de 2024. Sonó el himno de España al finalizar el paseíllo. Un cuarto escaso de entrada. Se lidiaron novillos de La Machamona desiguales de presentación, de buen juego primero y quinto, mansos y descastados el resto y uno de Hermanas Azcona (6º bis) vulgar.
Valentín Hoyos: pinchazo sin soltar, entera en buen sitio, golpe de descabello (ovación con saludos tras aviso). En el cuarto, media trasera tendida (silencio).
Miguel Andrades: pinchazo y estocada atravesada (ovación con saludos). En el quinto, estocada delantera fulminante (oreja con protestas).
Bruno Aloi: pinchazo agarrado (vuelta al ruedo tras aviso). En el sexto, media y tres golpes de descabello (silencio tras dos avisos).
*Se desmonteraron tras banderillear al cuarto Juan José Domínguez y Pablo García. Fue despedido con una gran ovación tras picar al primero Alberto Sandoval.
* Recibieron sendas ovaciones en el tendido la ACT Los Maños al lucir su pancarta en la grada del 5 y Jonathan Varea y José Marcuello en el décimo aniversario del indulto de Quejoso.