Por el piton derecho
Vicente Carrillo Cabecera
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Fotos: Victor Moya
Morante borda el toreo y sale a hombros junto a Roca Rey y Rufo
Fotos: Victor Moya
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Morante borda el toreo y sale a hombros junto a Roca Rey y Rufo
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Morante borda el toreo y sale a hombros junto a Roca Rey y Rufo
Corpus de Toledo

Morante borda el toreo y sale a hombros junto a Roca Rey y Rufo

Redacción

José Antonio dejó dos obras para no olvidar en la ciudad imperial, en las que la inspiración y la magia le valieron tres orejas; Roca Rey deja dos grandes actuaciones y pincha la segunda, en tarde de mal de aceros de Rufo, que pinchó una importante faena al tercero y desorejó al cierraplaza, según informa Cultoro.

Una corrida del hierro sevillano de Juan Pedro Domecq esperaba en los chiqueros de la plaza de toros de Toledo para la primera de abono. Festejo que causó gran expectación al anunciarse en el mismo el sevillano José Antonio Morante de la Puebla, el peruano Andrés Roca Rey y el toledano Tomás Rufo.

De 460 kilos era el primero, Revistero, un toro bajo de Juan Pedro Domecq suelto de salida, al que Morante dejó un ramillete de verónicas templadas de salida, cumbre la tercera de ellas. Le echó la cara arriba en el peto y luego en los dos pares a Curro Javier. A Santiago Abascal brindó su obra el cigarrero, y tras un inicio con dos trincheras con sabor, vio pronto que la derecha fue la mano por la que mejor respondía el animal, y por ahí exprimió a un toro a menos, pero con mucha calidad en el embroque. Con menos vida al natural, se los sopló de uno en uno José Antonio en una obra de esfuerzo. Hubo detalles de mucho gusto, especialmente en los remates de serie. Obra inspirada de José Antonio, que acabó con un final de enjundia. Y una estocada trasera pero efectiva que valió la oreja.

Muy suelto el segundo de salida, bajo de estampa, y con el que se fue Roca Rey a los mismos medios echándose el capote a la espalda, pasándose hierático por gaoneras al toro. Se lo dejó crudo en el caballo, teniendo querencia hacia las tablas el animal. Por chicuelinas quitó Andrés, ante un toro que costaba encelar, y al que dejó una bella revolera de cierre. Se desmonteró Viruta tras parear al animal. A pies juntos inició obra el peruano, que fue componiendo una faena de mano baja con una primera serie de poder por el derecho. Y por esa mano, en la que el toro respondía con calidad enclasada pero sin nada de vida, prosiguió ahondando en su concepto Andrés, que acabó con un soberbio arrimón la faena antes de que el toro se fuera a tablas. Dejó un espadazo arriba y cortó dos orejas.

De 440 kilos el ‘Vigoroso’ tercero, un toro bajo al que meció con buen gusto y mano baja Tomás Rufo la capa a la verónica. Lo cuidó en el caballo y brillaron con él palos en mano Andrés Revuelta y Fernando Sánchez. Y tras el brindis al tendido, anduvo sensacional en un inicio de faena de rodillas, dando una serie completa de hinojos entre las rayas del tercio, bajando incluso la mano con buen gusto al animal. La primera serie, despaciosa por la diestra, ya caló mucho arriba. Y por ambos lados expuso, hasta sellar un arrimón de mucho mérito. Pero el mal uso del acero evitó toda posibilidad de premio. Ovación.

A la antigua el saludo de Morante al Organillo cuarto, bajo y precioso de estampa, al que dejó verónicas levantando las manos y luego dos de mano baja, una chicuelina con sabor gallista y una revolera en un doblón. Empujó en el peto el de Juan Pedro, en el que brillaron Joao Ferreira y Alberto Zayas, que se desmonteraron. Y Curro Javier anduvo sublime lidiando. Comenzó faena Morante sentado en el estribo, en un prólogo para no olvidar, sintiéndose en casa ayudado, latiendo en cada uno de los embroques y dejándose llegar la calidad suprema del animal. Y a sones de Churumbelerías fue construyendo una faena de cante grande por ambos lados, pero fue especialmente por el derecho por donde ligó con más gusto y hondura porque le repetía más el animal. Enorme José Antonio, que por la zurda le dejó naturales de uno en uno pero de pleno gusto. Y una estocada final en lo alto pero de tardío efecto que puso en sus manos las dos orejas.

Bajo también el quinto, un toro en el que Roca Rey dejó verónicas de buen trazo y luego, tras un brindis a su ayuda, resultó feamente volteado en el inicio de faena. Tras pasarse por la espalda al de Juan Pedro, Roca Rey intentó darle el de pecho pero el toro hizo por él. A pesar de hacer la croqueta, el animal volvió a voltear al peruano, que se levantó enrazado y prosiguió su faena, dejando series meritorias por ambos lados a un animal que repetía sin la clase de los anteriores. Pero sí con humillación. Y se dio un arrimo de órdago para rematar una faena de mucha exposición. Una pena el pinchazo y la fea estocada a la segunda, en la que el toro no le ayudó nada en la suerte. Ovación.

A por todas salió Tomás Rufo en el sexto, saludándolo a la puerta de chiqueros, con una larga cambiada de rodillas de mucha exposición. Como también la puso Fernando Sánchez en un soberbio par. Tras el brindis personal, se puso entre las rayas y dejó un inicio a pies juntos de mucho calado arriba. Y a sones de Tercio de Quites fue construyendo una faena en la que tuvo que pechar con una desclasada embestida, con un viaje brusco y con un tornillazo en el embroque muy desagradable. Expuso mucho en en final de obras y en las manoletinas, y enterró el acero entero. Dos orejas.

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