Llegó a su fin la llamada temporada de reapertura en La México. Y el cierre fue con una novillada que deja más dudas que esperanzas sobre el futuro de nuestra ya de por sí, pobre baraja taurina. La entrada ha sido muy buena, y aquí hay que decir que así como se critica a la empresa, hoy tuvo el acierto de bajar el costo de la entradas. Esperemos que eso también lo hagan en las corridas. De igual manera me dio mucho gusto ver una gran cantidad de jóvenes. Espero que no me salgan que fueron solo "villamelones". Porque sepa usted que nadie ha llegado por primera o segunda, o ponga el número que usted quiera de veces sabiendo a una plaza de toros. Hay algunos aficionados que nos iremos de este mundo sin acabar de aprender. Y esos jóvenes seguramente regresaran en buen número. Si el bendito veneno logra entrar a sus venas, ya no habrá cura, serán aficionados de por vida. Irán aprendiendo, exigiendo, y definiendo sus gustos, es parte de la democracia. Ahora vamos a lo sucedido hoy en La México.
En el cartel, Eduardo Neyra que sustituía a Andres García, Emilio Osornio y Luis Angel Garza, lidiando 6 novillos de la ganadería Villar del Aguila, que es el otro hierro de Xajay. La novillada fue muy dispareja de echuras. Los tres primeros, quinto bis y sexto, justos de presencia, el cuarto un dije, el quinto que se inutilizó fue el más serio. En su juego han sido justos de fuerza, el tercero se fue con las orejas al destazadero, el cuarto con calidad pero entre que fue mal picado, poca fuerza y mal aprovechado no pasó a más. Primero y quinto malos. El que cerró la tarde, cuándo lo apretó Garza embistió, pero en el refugio de las tablas. En resumen, adolecieron de casta y bravura.
El primer espada fue Eduardo Neyra, quien lleva ya un tiempo que se puede decir considerable como novillero, con un apoyo que muchos quisieran, lo han colocado en carteles, ha estado en España, ya piso Las Ventas y no le veo avances. Con 'Perlito' que si bien no había por dónde, se le vio confundido, sin resolver las complicaciones del novillo. Se retiró en silencio. Con 'Cokinero', un cardeno de preciosa lámina, ejecutó de buena manera dos largas de rodillas ante una salida de bravo. Efrén Acosta picó trasero al novillo y creo que al final terminó por afectarlo. El inicio de rodillas por el derecho fue lo mejor, el de Sordo metió la cabeza de gran forma. Fue fijo, no abrió el hocico durante la faena hasta que se quedó sin fuerza. Neyra con toques suaves logró algunos muletazos sueltos pero el novillo comenzó a salir con la cara arriba. Entera trasera y vuelta al ruedo para el alto novillero.
Emiliano Osornio fue el triunfador de la tarde, una oreja con 'Ranchero' y una más con "Castañuelo". Ambas con poco toreo, detalles como el inicio a su segundo con pinturero trincherazo y una vitolina. La primera oreja fue por petición mayoritaria, la segunda ayudó la forma en que mató para que también la petición fuera mayoritaria. En verdad espero que ponga los pies en la tierra y que con este triunfo (que son de esos que son engañosos y dañinos) no pierda piso. Salió a hombros.
Completó el cartel Luis Angel Garza, un novillero muy verde, pero con una actitud de eso, de novillero. Su defectos los tapó siempre con sus ganas. Estuvo muy por debajo de 'Polito'. No pudo fijar las zapatillas, se iba antes de cada capotazo y de cada muletazo. No conoce las alturas y las distancias, pero eso lo aprenderá, ya verán. Siempre el novillo le ganó las intenciones. Se complicó con la espada y escuchó un aviso. Cerro plaza y temporada 'Conejito', nuevamente Garza salió como se debe, con esas ganas que nunca se le deberían acabar a nadie que se vista de luces. Lo mejor fue prácticamente al final de la faena. Ha dejado tres derechazos largos, templados y terminados detrás de la cadera. Por el izquierdo una tanda aceptable. Mató de una entera contraria, escuchó nuevamente un aviso.
No se le puede exigir a un novillero lo que se exige a un matador de toros. Pero tampoco hay que engañarlos con comentarios llenos de coba que son los que más los dañan. Deben saber que el camino no será fácil y que la crítica siempre existirá. Deben absorber si son inteligentes la crítica constructiva. ¿Qué nos deparará el futuro? Eso no lo sabemos, pero lo de hoy nos deja con más dudas que esperanzas. Esta triste historia lleva décadas repitiéndose y en parte es por la carencia de verdaderos maestros que enseñen, y que los jóvenes de hoy, no quieren maestros, quieren acompañantes. Nuestra mejor carta se llama Bruno Aloi, y pare usted de contar. Sus formas estoy seguro que gustarán en Madrid. Dicen que la esperanza muere al último, así que sigamos apoyando en cualquier plaza a los novilleros, que siempre serán el futuro de la fiesta.
