Si se pudiera rescatar a uno de la ganadería de Pozo Hondo sería al cuarto de la tarde. Tuvo calidad en la embestida, mucho mejor por el pitón derecho, aunque en la parte final de la faena terminó desentendiéndose. Fue el mejor presentado. Era precioso de hechuras. La labor de su lidiador, 'Calita', fue de más a menos, sin dejar de reconocer que le llegó a ligar algunos buenos derechazos. Hasta ahí quedó todo.
Sin embargo, desde otra perspectiva, un pozo hondo es en el que está sumida la fiesta. Parece no poder salir de allí. El mayor reflejo: lo acontecido ayer en el primero de los festejos de primavera. La entrada fue muy mala. Los costos son muy elevados. Una mala planeación en la programación de este pequeño ciclo no pudo, ni siquiera, garantizarles sombra desde un principio a los pocos que habían pagado por ella. El “palco de autoridad” una vez más sin rigor alguno: si lo de la única oreja que otorgó pudo ser excesivo, lo del inexplicable arrastre lento al segundo se voló la barda (en su caso tenía un poco de mayor mérito y no del todo ordenárselo al cuarto de la tarde). Y de los toreros…el que crea que pasa por un gran momento, que está en la cúspide de su carrera o que va por un gran camino, está en una tergiversación de su entorno. La crítica gustará a algunos, a otros no, pero es esencial la que es propia. El que la tenga ausente vivirá en una irrealidad y esta última no hace figuras.
Un gran porrazo se llevó Miguel Aguilar en el último de la tarde. El astado lo prendió al ejecutar bernadinas y al caer se llevó un fuerte golpe en la cabeza. La escena fue escalofriante sobre todo al ver que no llegaba nadie, mientras el diestro estaba tendido e inconsciente y quien lo auxilió fue quien funge como su representante. Sorpresiva pero, sobre todo, afortunadamente el matador se recuperó de muy pronta manera y hasta regresó a darle muerte al astado. Lo que no puede estar pasando es que en esos casos se tarden tanto en llegar cuadrillas y personal de la plaza. Tal vez no fue mucho el tiempo pero dio la impresión que bastantes no supieron que hacer. En esos instantes cada segundo vale oro.
¿Podrá salir la fiesta de ese pozo hondo?
Ernesto Javier 'Calita' lidió a Huapango en primer turno. Atropellado fue el primer tercio. El astado se quedó parado pronto y fue deslucido. El inicio de muleta no fue propicio para un cambiado de espalda ante las condiciones del de Pozo Hondo. No pasó algo más. Guajillo fue el cuarto de la tarde al que el torero colocó frente al picador en el tercio de varas. El puyazo fue breve y delantero, con derribo incluido del de la jaca. Predominó la faena por la diestra aunque también lo probó por el izquierdo, prevaleciendo los enganchones por este último lado. Dos estocadas, un descabello y un aviso fueron el epílogo de la actuación del diestro.
Arturo Saldívar tuvo en Farolillo a un toro que se llegó a entregar en la embestida mostrando nobleza aunque fue tardo en la arrancada por el izquierdo. Le encontró la distancia e hizo faena basada en la espectacularidad del toreo en redondo. La estocada quedó en colocación tendida y algo caída. Descabelló una sola vez. Le otorgaron oreja y le ordenaron arrastre lento (sic) a los restos del toro. Cubetero, de Pozo Hondo, fue soso y deslucido con el que no ocurrió mucho.
Miguel Aguilar tuvo un detalle plausible, el cual se agradece, en los toros de su lote: los colocó al caballo con cierta distancia buscando ver si se prestaban al lucimiento del tercio de varas. Con Macaco no fue tan vistoso ese primer tercio. Durante toda su lidia el de Pozo Hondo fue deslucido y el torero poco pudo transmitir a los tendidos. La estocada que dejó el de Aguascalientes fue trasera y tendida. Crestón, último de la tarde, tuvo recorrido al principio pero terminó cambiando de lidia y fue descastado. Sopló el viento. Hubo disposición por parte del matador aunque le costó trabajo romper la faena. Él lo supo al grado que vendrían las bernadinas como apuesta final, el percance ocurrido y la total entrega en la suerte suprema. Habrá que estar pendiente de la evolución de su estado de salud.